Por Salvador Martínez Mas
Un eventual triunfo de la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen en las elecciones legislativas francesas, que este domingo celebraron su primera vuelta, constituye una auténtica preocupación en Alemania, en particular para el canciller Olaf Scholz, quien ya de por sí mantenía una relación con altibajos con el presidente francés, Emmanuel Macron.
Especialmente ha separado a Scholz y Macron de un tiempo a esta parte, la respuesta que debe dar la Unión Europea (UE) en su conjunto a la amenaza que representa la Rusia de Vladímir Putin desde que invadiera a Ucrania en febrero de 2022.
Priorizar la defensa y la seguridad es algo que puede generar consenso entre Berlín y París, pero, aun así, el canciller ahora mismo “no es un fan” de ideas como la emisión de deuda europea para aumentar el gasto militar en el Viejo Continente, algo que ha propuesto Macron.
Alemania, de hecho, “lucha contra los eurobonos para la Defensa”, constató esta semana el diario económico Handelsblatt.
Esa lucha se enmarca ahora en un contexto donde pesa la preocupación alemana por un eventual triunfo del RN en las elecciones legislativas francesas, un resultado que parece previsible a la luz de los sondeos de intención de voto, que situaron este jueves al partido de Le Pen como primera fuerza con el 36% de los votos de la primera vuelta.
En esas encuestas, el nuevo Frente Popular, que reúne a los partidos de izquierdas, se le atribuyó un 29%, mientras que el bloque de la mayoría saliente del presidente francés quedó en un 19.5%.
Un canciller preocupado
El pasado domingo, Scholz, en vista del auge del RN en las encuestas, reconoció en una entrevista con la televisión pública ARD que estaba “preocupado” por el escenario político que dibujan las elecciones legislativas galas.
“Estoy preocupado por las elecciones en Francia”, dijo el canciller, quien afirmó esperar “que los partidos que no son el de Le Pen ganen las elecciones”.
Nicolas Téterchen, experto en la relación franco-germana del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP), un centro de estudios con sede en Berlín, reconoce en declaraciones a EFE que “hay mucha inquietud en Alemania” por la situación política de Francia.
“Scholz está muy preocupado ante un eventual Frexit”, añade este experto, aludiendo a una potencial desconexión de Francia en la UE.
Además, “la posibilidad de que el RN alcance acuerdos con el partido conservador de Los Republicanos podría constituir un precedente para que en Alemania una parte de la Unión Cristianodemócrata (CDU) se ponga a trabajar con (la ultraderechista) Alternativa para Alemania (AfD)”.
La convocatoria electoral y la disolución de la Asamblea Nacional fue una decisión de Macron tras el triunfo del RN en los últimos comicios europeos que no pareció convencer a los observadores políticos germanos.
Macron juega con fuego
El influyente semanario Der Spiegel, llegó a describir al jefe de Estado galo como un político que “juega con fuego” en este contexto electoral.
Macron “provoca el caos y se presenta como garante de la estabilidad, supuestamente quiere fortalecer a los partidos moderados del centro – y él mismo es radical en su discurso y acciones políticas, eso no puede funcionar”, reprochó la revista.
Otras voces como la de Tobias Bütow, secretario general de la Oficina Franco-Alemana para la Juventud, han llegado a afirmar que una victoria de la extrema derecha en Francia metería a las relaciones entre París y Berlín en “la crisis más grave después de la Segunda Guerra Mundial”.
Para el no menos relevante diario Frankfurter Allgemeine Zeitung la convocatoria a las urnas de Macron alberga “riesgos considerables en términos de política interior y exterior”.
“Si hay un Gobierno del RN, las prioridades van a cambiar, serán cuestiones como el nivel adquisitivo, la inmigración, la seguridad interior, y no tanto los temas europeos”, concluyó.
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