Por Maestra Ruth Holtz
Al comienzo de mi formación como terapeuta psicocorporal, al comprender la magnitud de saber que nuestra historia está a flor de piel, me asombró grandemente. Presencié cómo mis compañeros y yo pasábamos por las sesiones de bioenergética y de masaje reviviendo situaciones que nos habían marcado, en algunos casos traumáticamente, en algunos otros de lo que no sabíamos que había ocurrido, pero el cuerpo sí lo recordaba. No se puede negar lo que el cuerpo habla.
Después como psicoterapeuta, atendiendo a mis consultantes pude ver cómo algunas personas tenían una regresión a la situación dolorosa como si la estuvieran viviendo en la actualidad. Así pude ver cómo una mujer que había tenido un aborto clandestino revivió toda la operación como sucedió con una práctica de bioenergética sin que hubiéramos hablado al respecto. Y una vez allí no podía ocultármelo ni ocultárselo más. Entró en el terror que sintió ese día, el dolor, el sangrado… la culpa.
Otra ocasión pude presenciar cómo una persona que había vivido un accidente automovilístico grave en el que había quedado con partes metálicas en su maxilar y en otras zonas que fueron reconstruidas, recordó como si ocurriera. Bioenergética y visualización con efectos de sonido de un coche chocando la catapultaron a la escena. Pudo recobrar parte de lo que había querido olvidar, el motivo del accidente en una pelea con la pareja que iba manejando y también el dolor de su cuerpo vino como si fuera en ese momento. Entonces se tuvo que enfrentar a perdonarse a sí misma por haber ofuscado a su pareja y ser responsable, en parte, del siniestro.
También vivencié junto con otra consultante sus sensaciones ante ciertas emociones que rechazaba y que la vivía como náuseas y malestar en el estómago. Así como la percepción de manos grandes e hinchadas de un sueño viviéndolo allí como una emoción de querer tocar en una situación sensual que le daba miedo.
Me tocó ver a un muchacho que vivía la angustia como ganas de vomitar, sentirlo con una posición de bioenergética y poder entender que estaba cargado de emociones de ira y de desesperación que no podía expresar en su situación familiar.
Por eso desde entonces sé que el enfoque psicocorporal es fundamental en un tratamiento psicoterapéutico. Que hablar no basta porque hay una vía regia hacia el inconsciente a través del cuerpo. Por lo que escribí lo siguiente de mis primeras vivencias en la terapia psicocorporal:
“Ha sido una experiencia muy enriquecedora para mí que como profesional de la terapia psicocorporal haya palpado pensamientos en músculos y huesos, emociones en temperaturas y colores, dolores en posturas y gestos, miedos en tensiones y desviaciones de columna. Somos seres corporales. Somos huesos asentándose en el mundo, somos músculos manifestando pensamientos sensibles, somos nervios crispándose de emociones, somos corazón llevando sangre con mensajes de toda nuestra infancia, somos materia gris hecha de todo lo que hemos aprendido a lo largo de los siglos. Somos cuerpos manifestando espíritus, somos almas corporales. Nuestro cuerpo es nuestra vida a la vista de todos, en forma material y concreta. Nuestra más profunda interioridad está a flor de piel”.
* Psicoterapeuta. Teléfonos: 312 330 72 54 / 312 154 19 40. Correo: biopsico@yahoo.com.mx
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