Autonomía fiscal estatal
Por Alejandro Bernal Astorga
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), la autonomía fiscal de los estados es limitada: 15.5% de sus ingresos fue generado por cuenta propia en 2023. En cambio, 81.2% de sus recursos provino de la Federación y 3.3% de la contratación de deuda pública.
Esta situación refleja una dependencia presupuestal estatal significativa hacia los recursos asignados por la Federación, de ahí que la capacidad de gestión del Ejecutivo estatal y de sus representantes en el Poder Legislativo federal es fundamental para que los recursos asignados se incrementen y respondan a las necesidades propias de cada entidad.
Es importante que en este contexto el espíritu federalista impere sobre la centralización, se respete la diversidad y los recursos sean compartidos sin distingos de filosofías políticas o intereses que no sean los del bien común. Para ser real, esta visión es compartida entre el Ejecutivo que propone y el Legislativo que aprueba y debe reflejarse en la ley de ingresos de ingresos y el presupuesto de egresos de la Federación.
En contraparte, el IMCO señala que entre 2015 y 2023, la participación de los ingresos propios de los estados en sus ingresos totales se mantuvo sin cambios, al pasar de 15.4% a 15.5%.
En 22 entidades dicha proporción se incrementó a través de contribuciones como impuestos, derechos, productos, aprovechamientos, ventas de bienes y servicios, mientras que en 10 disminuyó; en 2023 el estado de Colima generó el 8.2% de sus ingresos totales y estuvo por debajo de la media nacional que fue del 12.2%. Estas diferencias reflejan la dinámica de sus economías, el aprovechamiento de sus facultades tributarias y su capacidad recaudatoria.
En este contexto, en 2023, solo 16 entidades cobraron el impuesto estatal sobre tenencia o uso de vehículos, y únicamente 15 el impuesto a la venta final de bebidas con contenido alcohólico.
Es importante considerar que la transparencia y la eficiencia en la aplicación del gasto es indispensable para incrementar los niveles de recaudación federales, estatales y municipales. Asimismo, las medidas para evitar la evasión en los diferentes instrumentos de recaudación, evitará que se le cobren más impuestos a los que ya pagan.
Esto generaría un círculo virtuoso que mejoraría su capacidad para proveer bienes y servicios a la población a la cual se deben.
El ejercicio de recaudación fiscal y asignación de recursos de los gobiernos estatales a los municipios debe considerar los elementos mencionados y cobra mayor importancia al ser estos la primera fuente de contacto para satisfacer las necesidades de la ciudadanía.
La visión del manejo de las finanzas públicas debe ser de largo plazo; no debe limitarse a la duración de un Gobierno federal, estatal o municipal. Debe tener un manejo responsable, inteligente y equilibrado para privilegiar la inversión sobre el gasto, generando las condiciones para que la población tenga acceso a mejores niveles de vida.
