Con sus 1.94 metros de altura, el danés Viktor Axelsen revalidó el Oro olímpico en la prueba individual masculina de bádminton tras derrotar al tailandés Kunlavut Vitidsarn, quien con su Plata inauguró el medallero de su país.
El deportista de 30 años, quien además del Oro de Tokio 2020 posee el Bronce de Río 2016, se impuso con claridad por 21-11 y 21-11 para sellar, en 52 minutos, la que había sido la mejor actuación de todo el torneo disputado en París.
Vitidsarn, que fue segundo en 2022 y Oro en 2023 en el Campeonato Mundial de Bádminton, arrancó el duelo con energía, pero el alcance portentoso del jugador danés en defensa le dejaba verdaderamente muy pocos márgenes para hacerle daño.
Esa capacidad de respuesta, unida a los ataques precisos y agotadores del danés y a sus escasos errores en la pista -al menos hasta la recta final del partido, cuando a pesar de una abultada ventaja el cansancio empezó a pasarle algo de factura pese a tener la victoria en la palma de la mano-, permitió un triunfo claro para Axelsen.
El marcador, no obstante, fue más reflejo del talento que demostró el que fuera campeón del Mundo en 2022 y 2017 que del nivel de pelea que demostró Vitidsarn, quien a sus 26 años lo intentó con uñas y dientes, aunque sin éxito, hasta el punto final.
Bronce para el malasio Lee Zii Jia
Justo antes de la Final, el Bronce se había decidido para el malasio Lee Zii Jia -el segundo metal del medallero para su país-, tras un vibrante partido contra el indio Lakshya Sen, quien había caído en Semifinales contra Axelsen.
Sen había dominado con claridad el primer parcial, que terminó con el marcador 13-21 y con el malasio relegado a jugar a la defensiva, muy al contrario de lo que es característico en él.
El siguiente comenzó con la misma tónica y la medalla parecía casi decidida, a juzgar por la solidad del jugador indio, pero Lee resurgió de sus propias cenizas para anotar 9 puntos seguidos con los que no solo logró empatar, sino situarse por encima en el marcador con 4 tantos de ventaja sobre su rival (12-8).
A partir de ahí fue un partido completamente diferente, que tuvo que decidirse en el tercer juego.
Lee sacó su mejor ofensiva, para deleite del público concentrado en el La Chapelle Arena, y obligó a Sen a un gran trabajo de defensa que dejó puntos muy largos con golpes brillantes para ambos bandos.
El jugador procedente de la cuna del bádminton, que jugó con una herida en el codo que obligó a varias interrupciones para limpiar la pista, trató de pelear la superioridad de Lee, pero cometió muchos errores y el partido se decidió finalmente con un parcial final de 21-11.