Por Carlos Expósito
Desde que asumió el poder hace 2 años, el presidente de Kenia, William Ruto, ha llevado a cabo 68 viajes internacionales, 31 fuera del continente africano. Aunque el Gobierno no ha informado del gasto total, los medios locales sugieren que podrían ser cientos de millones de euros.
“Creo que el presidente de Kenia está viajando demasiado por el Mundo, tratando de complacer a los blancos. No sé qué tipo de apoyo está buscando”, denuncia a EFE James Wakibia, activista keniano de la organización Eco-Rethink, que califica estos viajes de “absurdos”.
No hay cifras oficiales. El Ejecutivo no ha hecho público el desembolso asociado a estos viajes, y ante las consultas de EFE al respecto, el portavoz gubernamental, Isaac Mwaura, dice que no puede responder a esto “por ahora”.
“Cero transparencia” y gasto innecesario
“Sus constantes vuelos fuera del país están costando mucho a los kenianos, y (Ruto) no está abordando los problemas reales; está gastando un dinero que no tenemos”, reprocha Wakibia.
El pasado 18 de junio se desataron en Kenia unas fuertes protestas iniciadas contra un proyecto de ley para subir los impuestos que desembocaron en el asalto al Parlamento una semana después.
Tras la retirada de la polémica norma, las manifestaciones -a día de hoy bastante atenuadas- siguieron como un movimiento antigubernamental, y la dura represión policial dejó al menos 50 muertos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).
Una de las denuncias de los manifestantes, en su mayoría jóvenes de la generación Z, es el secretismo en el dinero utilizado: “Están muy enfadados. Hay transparencia cero. Los kenianos ni siquiera saben cuánto gasta. El otro día (23 de mayo) fue a ver a (el presidente estadounidense) Joe Biden a Estados Unidos”, dice Wakibia.
“Tampoco pueden relacionar el dinero que gasta -añade- con los proyectos que dice traer de vuelta al país. Porque si estás gastando millones de dólares yendo por el Mundo y tenemos grandes deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), estamos aumentando nuestra deuda”.
El activista, uno de los pocos que ha contestado a EFE debido a que muchas personas prefieren no hablar “por razones de seguridad”, afirma que la imagen que Ruto está proyectando de Kenia no es en realidad positiva.
“Creo que el Mundo está viendo a un presidente muy extravagante. Un presidente que tiene mucho dinero para gastar, mientras que en la realidad la gente de su país está luchando porque no puede llegar a fin de mes”, lamenta.
Según el Banco Mundial, uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas un par de dólares al día.
Impacto medioambiental y doble discurso
Los traslados internacionales del mandatario no solo tienen un efecto negativo en la economía, sino también en el medioambiente.
Paradójicamente, la capital del país, Nairobi, alberga la sede central del Programa de la ONU para el Medioambiente (PNUMA), en cuya última asamblea en febrero Ruto pidió una “acción colectiva” para atajar una “crisis existencial de la humanidad y la vida en el planeta”.
Sin embargo, Charity Migwi, responsable de campaña para África en la organización de investigación Oil Change International, insiste en que Ruto es contradictorio con sus acciones: “El presidente ha viajado mucho, lo que obviamente tiene un impacto en el medio ambiente en términos de huella de carbono masiva”.
“Y esto no es sostenible para el clima ni para una economía joven como la de Kenia”, enfatiza.
Ruto ha definido sus viajes como determinantes: “Como principal representante y embajador de nuestro país, estos viajes al extranjero de los que tanto se habla son cruciales porque podemos buscar oportunidades para los kenianos”, dijo en octubre de 2023.
Pero ambos activistas consultados por EFE coinciden en que se podría dar una buena imagen del país de otra manera.
“Hay formas mucho más sostenibles. No entiendo por qué tiene que viajar tanto. Tenemos embajadores, y un ministro de Asuntos Exteriores que puede hacerlo en su lugar”, reitera Wakibia.
Migwi incide en el “doble discurso” de Ruto: “Ha querido ser visto como el campeón del clima en el espacio global (…). Pero creo que a nuestro presidente realmente no le importa mucho el clima o la economía”.
En un país donde, declara, “la corrupción está prosperando y no hay rendición de cuentas”, la población se siente frustrada y dolorida.
Preguntado por EFE si Ruto es una especie de trotamundos, Wakibia concluye: “Ha viajado tantas veces y ha dado tanto la vuelta al Mundo, que definitivamente sí”.
O, parafraseando al escritor español Francisco de Quevedo y sus insultos a Luis de Góngora: érase un presidente a un avión pegado.
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