La poeta mexicana de origen tzotzil Ruperta Bautista Vázquez ganó la edición 12 del Premio de Literaturas Indígenas de América 2024 (PLIA) de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) por Poemario Lóbrego que aborda la muerte de las mujeres de comunidades originarias.
La vocera del jurado, Angélica Ortiz López, expuso en una conferencia que la obra, de nombre en tzotzil Ik´al labtavanej, es “un trabajo cuidado que evidencia un estilo propio en la construcción de esta elegía y expresa la sabiduría milenaria de su pueblo que ha aprendido a bien convivir con los seres visibles e invisibles, humanos y no humanos de su territorio”.
El jurado consideró en su deliberación que el poemario refleja la cultura indígena al hacer uso de “recursos literarios vinculados a las deidades, los cerros sagrados, los trabajos humanos vinculados a la siembra y el bordado, la danza de la vida y de la muerte” y “da cuenta de la vitalidad de su lengua”.
Bautista Vázquez, de 49 años, es originaria de San Cristóbal de las Casas, en el sureño estado de Chiapas.
Además de su trabajo de traducción de su lengua al castellano, ha publicado 4 volúmenes de narrativa, ensayo y teatro, y algunos de sus textos se han traducidos al inglés, francés, italiano, catalán y portugués.
La poetisa recibió en 2001 el Premio de Poesía Indígena Pat O’tan y la Medalla Benito Juárez en 2012.
Su trabajo triunfó entre 47 propuestas en 9 idiomas indígenas de Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Guatemala y México, de las que 17 postulaciones fueron de mujeres y 30 de hombres.
Muerte y violencia
La poeta es la tercera mujer en recibir este premio gracias a un volumen de versos en los que la muerte y la violencia son parte fundamental y reflejan el asedio al que han estado expuestos los pueblos indígenas en México, particularmente en los últimos meses, por parte del crimen organizado, dijo la autora.
“Este poemario está enfocado a la muerte, hay dos tipos de muerte: la muerte natural y la muerte obligada, la muerte violenta, estas muertes son las muertes provocadas y estas están pasando a diario en Chiapas”, aseguró la escritora, quien dedicó su libro a las mujeres sabias de su comunidad.
En los versos surge, además, una de las preocupaciones presentes entre quienes escriben literatura indígena: la pérdida de su lengua y el conocimiento ancestral con la muerte de personas ancianas de sus comunidades.
Bautista Vázquez consideró que, cuando fallecen quienes son consideradas personas sabias en su comunidad, cada habitante pierde un poco de su cultura milenaria.
“Al perder a las personas que guardan la sabiduría, el conocimiento de nuestros pueblos se va un poco de cada una de las personas que pertenecemos a culturas de pueblos originarios, por eso considero que es muy importante escribir en este tipo de textos poéticos para tratar de guardar la memoria en cada una de ellas y ellos”, dijo.