Vie. Nov 22nd, 2024

ARTÍCULO: El poder de las emociones

Por Redacción Ago29,2024 #Opinión

Por Maestra Ruth Holtz*

Por miedo al dolor, mucha gente suele reprimir sus emociones. No expresan lo que sienten por temor a las consecuencias, a no ser aceptado, a generar conflicto, o simplemente porque no saben cómo consolarse, cómo liberar y gestionar adecuadamente esas emociones, evitando así que se conviertan en una fuente de estrés.

Además, la manera en que se considera adecuado expresar las emociones es una construcción cultural, propia de cada grupo, etnia y sociedad humana. Generalmente, se cree que existen emociones “negativas” que deben ser evitadas o jamás expresadas, tanto por razones de educación como para evitar conflictos, reproches, resentimientos y otras consecuencias que afectan la integración social. No cabe duda de que cuando algo nos duele, queremos evitar a toda costa sentirlo; preferimos olvidar, evadir o evitar esas emociones, al igual que cuando nos frustramos por no obtener lo que deseamos.

Amar y ser amados es una prioridad. A veces somos muy sensibles al sentir de otros o a acoplarnos especialmente a quienes nos aman y expresarnos como ellos quieran para agradarles. Es preciso reconocer que cada uno es responsable de lo que siente y nos es culpa de otro. Pero sin olvidar que sí podemos influir en otros, si ellos lo permiten.

Sin embargo, las emociones son un caudal de energía interna que se abre paso como sea. Es estar vivos y sentir lo que nos pasa, reaccionar y también son mensajes. Las emociones comunican nuestras necesidades internas, nuestras expectativas hacia los demás y son un órgano de percepción. Percibimos antes que la mente y de manera muy sutil lo que los demás sienten, el ambiente alrededor de una situación y el estado de nuestro interior, nuestros conflictos con nosotros mismos y nuestros deseos.

La gestión de nuestras emociones es fundamental para llevar una vida social armónica. Pero también para no menguar nuestra vitalidad, pues las emociones empujan desde adentro un gran caudal de energía que manifiesta lo que somos y sentimos. Son nuestra carta de presentación.

Nuestra emotividad es el combustible de nuestra vida. La e-moción es la moción (el movimiento) hacia lo que deseamos. Perseguimos lo que nos entusiasma. El entusiasmo no es sino la expresión intensa de nuestra fuerza emocional. Y en efecto es una fuerza, pues constituye el móvil que nos impulsa a alcanzar incluso lo difícil y lejano. Tener “ánimos para vivir” no es otra cosa que la vitalidad, la profundidad, la riqueza y la intensidad de nuestros sentimientos, de nuestra vida emocional.

 El poder de las emociones no debe ser desestimado. Por eso recuperar las emociones perdidas es una de las labores más importantes de la psicoterapia.

* Psicoterapeuta.

Teléfonos: 312 330 72 54 / 312 154 19 40            

Correo: biopsico@yahoo.com.mx

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