Mié. Sep 18th, 2024

COLUMNA: Ciencia y Futuro

Por Redacción Ago29,2024 #Opinión

La indisciplina, ¿se corrige con golpes?

Por Dra. Ximena Zacarías Salinas

El uso del castigo corporal como una forma de controlar la conducta infantil es una práctica añeja y muy arraigada en las y los cuidadores de todo el mundo. Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) mantienen una campaña permanente que busca erradicar esta práctica, sin embargo, los datos de las encuestas indican que 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes son afectados por el uso de castigos físicos y disciplina violenta. Los responsables de ejercer estas prácticas son principalmente las madres (47%), los padres (29%) y otros cuidadores (24%).

Lo que llama la atención es que, en encuestas internacionales, se reporta que 9 de cada 10 personas adultas reprueban el uso de golpes como práctica de crianza. Derivado de lo anterior, surge la pregunta de qué es lo que mantiene el uso de castigos físicos como una práctica cotidiana y ampliamente generalizada. Una manera de responder a este cuestionamiento es acercarnos a las organizaciones familiares y mirar de cerca y en perspectiva, las pautas de interacción que enmarcan los eventos en los cuales se presentan los golpes, como recurso de control disciplinario. Cuando nos sentamos a conversar con madres sobre el tema, encontramos que, en las historias personales de cada una, existían relatos de haber recibido golpes y trato rudo como hijas. Las mujeres a las que entrevistamos, compartieron experiencias en las que narraban que eran sus madres las que más frecuentemente las golpeaban. 

Llama la atención que estos eventos se justifican como parte de las normas familiares y los roles de género que implicaban que eran las madres quienes se hacían cargo de todo lo referente al cuidado y formación de las hijas e hijos. Es entonces común escuchar que “así eran las cosas” y que “sus madres eran muy estrictas”, estas expresiones implican un tipo de validación del uso de trato rudo y violento hacia ellas como niñas, que sin dejar de lado el dolor que causaba, se recibían como parte ineludible del ser educadas y formadas como “personas de bien”. Esto nos llevó a preguntar a estas mujeres si es que ellas, ahora como madres, hacían uso de los castigos físicos hacia sus hijos e hijas.

En sus respuestas encontramos que se usan los golpes como un recurso emergente, una vez que las indicaciones verbales no son atendidas por niñas, niños y adolescentes, se nota que las madres en la actualidad cuentan con más información sobre prácticas de disciplina que prioricen el uso de las palabras sobre las acciones, sin embargo, no las encuentran tan efectivas como el uso de reprimendas físicas. Un elemento común en los relatos de estas mujeres, es el sentirse “rebasadas” por la cantidad de tareas de cuidado y por la percepción del poco o nulo apoyo del padre de sus hijas e hijos. Esto se intensifica cuando el cuidado y la crianza no son asumidos como una labor compartida entre la pareja o cuando el rol de proveedor del padre, no resulta suficiente.

Ante lo anterior, es importante comprender que el uso de castigos físicos tiene una base generacional que la justifica, que implica una respuesta a tensiones y demandas que son consideradas excesivas hacia las mujeres, quienes tienen la mayor responsabilidad en las tareas domésticas y que responden a patrones de interacción desigual entre los géneros, particularmente evidentes en cómo se asume la paternidad por parte de los varones. Por lo tanto, el abordaje y la forma de mirar los problemas sociales, como el maltrato infantil y el uso de castigos físicos durante la niñez, tendrá que traer consigo una reflexión sobre la justicia social, el trato desigual entre hombres y mujeres, así como la necesidad de crear comunidades de acompañamiento que faciliten, en este caso a las madres, espacios de diálogo, reflexión y apoyo social que faciliten que la crianza sea llevadera y que represente una experiencia de crecimiento para todas las personas implicadas en la misma.

La investigación a la que se hace referencia en este texto, puede consultarse en la siguiente liga: https://www.researchgate.net/publication/340884941_Pautas_Relacionales_del_uso_del_Castigo_Fisico_en_la_Crianza_Recibida_y_Ejercida_por_Madres_de_Ninas_Ninos_y_Adolescentes

*Profesora investigadora de tiempo completo de la Licenciatura en Psicología y Maestría en Psicología de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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