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COLUMNA: Ojo de Mar

Por Redacción Sep4,2024 #Opinión

Por Adalberto Carvajal

Modalidades emergentes

Durante la ceremonia inaugural del Primer Encuentro Continental de Comunicador@s Independientes (PECCI): “Informar es liberar”, que se realizó el 30 y 31 de agosto en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, Nancy Flores y Vicente Serrano encarnaron 2 modalidades del periodismo emergente:

-Por un lado, la modalidad de los medios digitales de contenido preponderantemente escrito, como la revista Contralínea en donde Flores (autora de reportajes de investigación como el que reveló que el Gobierno de Estados Unidos y un brazo de la CIA dieron casi 100 millones de pesos a Mexicanos contra la Corrupción) es coordinadora de Información y Edición.

-Y, por otro, la modalidad de los canales de YouTube como Sin Censura TV que, no obstante tener salida por otras plataformas digitales (Facebook, Instagram, X/Twitter, Twitch, Threads, TikTok) se presenta como una televisora por internet. Como figura central, Serrano se hace acompañar de otros periodistas y expertos en distintas disciplinas, pero siempre asumiéndose como un líder de opinión más que como analista. Él se declara un humilde youtubero.

Los corruptos no sirven para este oficio

Para Nancy Flores, el periodismo es ante todo “un servicio social”. Y por ese ideal estamos obligados a luchar día a día en el marco de “la crisis de credibilidad por la que atraviesan las corporaciones mediáticas, no sólo en México sino en el Mundo”.

La sobreabundancia de información, la posverdad, la infodemia, las mentiras abiertas, los montajes mediáticos, las verdades a medias y otros fenómenos que ocurren en la internet y las redes sociales, “traicionan a los pueblos y los convierten en rehenes de intereses ilegítimos”, atentando contra los pilares irrenunciables del periodismo: “búsqueda de la verdad, independencia, honestidad y responsabilidad social”.

El ambiente de corrupción ha llevado a muchos periodistas a sucumbir al lucro y seguir el camino fácil del privilegio. Pero “estamos llamados a velar por la información” porque la verdad es un bien común, patrimonio colectivo. Como nunca es imperativo impulsar un periodismo independiente y profesional, que se asuma como elemento transformador de las realidades injustas, ilegítimas, ilegales o inmorales. Los periodistas debemos aspirar no sólo a descubrir las cosas que están mal, sino a que éstas cambien.

No es utopía sino un reto dedicar nuestra vida a hacer periodismo, cuyo fin último no se limita a revelar hechos, situaciones o intereses que afectan a las mayorías o a los más vulnerables, mucho menos ser simplemente un transmisor de informaciones, sino corregir esas situaciones o, por lo menos, evitar que se profundicen y sigan dañando a más personas.

“Esta labor debe ser ajena e independiente de intereses ruines, como los que han ido poco a poco convirtiendo en vil mercancía los contenidos de los medios de comunicación”, sujetando la información a las reglas del mercado. Lo advirtieron hace décadas Ryszard Kapuściński, Noam Chomsky e Ignacio Ramonet: “claramente eso no es periodismo. El periodismo sólo puede ser ético, y la ética no es un claroscuro. (…) O se es ético o no se es”.

Kapuściński decía que para ser buenos periodistas hay que ser, primero, buenas personas. Y al señalar a los cínicos que no sirven para este oficio, debió incluir en ese mismo concepto de cinismo también a los corruptos, sostiene Flores.

“Se necesitan periodistas buenos, pero también con conciencia de clase y con conciencia social. Periodistas que investiguen a todos, pero, en particular, se centren en los regímenes opresores”, donde opresión es el ahorcamiento generado por el modelo económico neoliberal y el saqueo de los bienes nacionales por parte de las grandes corporaciones, la contaminación asesina de la industria criminal o la apropiación del dinero público por parte de funcionarios y empresarios corruptos. Necesitamos “periodistas comprometidos con el bienestar general y no próximos a los intereses de la oligarquía opresora”.

Un derecho humano

Si el periodismo debe contribuir a acabar con las grandes injusticias, “el ideal de esta profesión debe ser que, en el mundo, las mayorías empobrecidas tengan oportunidades de superar esas circunstancias que les limitan desde su nacimiento hasta la muerte”. Necesitamos un mundo justo y el que ha producido el modelo capitalista no lo es y jamás lo será. “Eso sólo se puede advertir (periodísticamente) si se trabaja desde la independencia”, dando voz a los que no la tienen.

Contralínea reivindica esa “necesidad de escuchar desde abajo”, de “privilegiar a los desposeídos, a los más vulnerables y a las víctimas”. Las personas en situación de pobreza y pobreza extrema “son víctimas de un sistema que propicia la desigualdad social, generando hordas de miserables y apenas un puñado de superricos, explotadores de las masas”.

En el libro Ética y autorregulación periodística en México, el ya fallecido Omar Raúl Martínez Sánchez señalaba como una deseable virtud del informador su espíritu de justicia, “la entera disposición periodística a la búsqueda de lo veraz, lo correcto, lo bueno y lo justo al momento de reflejar la realidad social”.

El periodismo no es “la manufactura de contenidos que, desde la corrupción en todas sus formas, se comprometen con intereses ilegítimos o ilegales, en todo caso injustos, se alejan de los valores éticos de esta profesión y se alían al gran capital o a los poderes en su propio beneficio”. El que se corrompe ni siquiera debería ser considerado periodista. No hicieron periodismo los opinadores y corporaciones mediáticas que, en los sexenios de Fox y Calderón, se aliaron -armando montajes, primero, y pactos de silencio después- con Genaro García Luna, alto funcionario de Seguridad al servicio del cártel de Sinaloa.

En marzo de 2011, las más grandes corporaciones mediáticas firmaron un acuerdo ignominioso para encubrir las masacres del gobierno calderonista. “Esas son las traiciones (de la prensa) que no se deben permitir nunca más. Un periodismo comprometido con el bienestar de las mayorías no sólo es posible, sino necesario desde los puntos de vista ético y moral, con crítica y rigurosidad investigativa”. Incluso, al interior de esos aparatos ideológicos de la oligarquía con intereses económicos y políticos claramente definidos que son las corporaciones mediáticas, hay que remar a contracorriente.

Los periodistas trabajamos con un derecho humano (el derecho a saber, a la información, a la verdad) que hace posible el ejercicio y la exigencia de otros derechos humanos. Es patrimonio de la humanidad, no es patrimonial de las corporaciones mediáticas ni de los periodistas. “La libertad, la independencia, la búsqueda de la verdad, la honestidad, son los pilares del periodismo a los que nunca debemos renunciar”. Y el periodismo debiese ser en su esencia anticapitalista, antineoliberal y antifascista.

Esta es una discusión que debemos abrir no sólo entre “quienes nos dedicamos a esta actividad” o entre “los teóricos del periodismo”, sino entre los pueblos a los que nos debemos como ejecutores de la herramienta del derecho humano a la información. Son los pueblos los que deben ser escuchados, proclama Nancy Flores.

Sin Censura

Vicente Serrano nació en Hermosillo y a los 18 años se trasladó a Los Ángeles para estudiar periodismo en el Santa Ana College. Fue reportero y presentador de noticias en canales locales, tanto independientes como afiliados a las cadenas Univisión y Telemundo.

Tras ser despedido de esta última empresa por una investigación sobre corrupción política en Chicago que no fue del agrado de sus jefes, inició un canal de YouTube que en realidad respondía más al lenguaje radiofónico. Pronto su experticia audiovisual lo llevó a incluir enlaces y coberturas en directo. Desde un inicio, Sin Censura se destacó por su lenguaje altisonante, la crítica a los periodistas “chayoteros” y el respaldo entusiasta al proyecto de López Obrador.

En 2018, fue invitado a hacer un programa en La Octava, la televisora que creó Radio Centro con Julio Astillero como director editorial, pero pronto se conflictuó con los ejecutivos de la empresa propiedad de la familia Aguirre, a quienes no les gustaba que Serrano mentara madres en televisión abierta.

Durante sus recurrentes participaciones en la mañanera ha sido cuestionado por hacer preguntas “a modo” y ser “palero” del presidente. En ese campo de batalla que es Twitter, se refieren a Vicente Serrano como “el youtuber de la Cuarta Transformación”.

Al tomar el micrófono, comenzó agradeciendo al presidente “por abrir las puertas de Palacio Nacional” con las mañaneras “a los medios independientes y alternativos”. Esta apertura legitima a “las benditas redes sociales” y les da a los influencers “la oportunidad de competir al mismo nivel que las grandes corporaciones, desde nuestros teléfonos”.

Serrano se reconoce, junto con Epigmenio Ibarra, como parte de la red de periodistas amlovers que identificó el estudio que realizó el equipo del ITESO encabezado por Rossana Reguillo. Por cierto, según Vicente, la directora de Signa Lab nos está quedando a deber un análisis socio-digital pero imparcial de la campaña de ‘narco presidente’.

En una gira por Sonora, el mandatario le dijo: “Ya viste lo que provocas”, luego que Andrés Manuel se soltara “desnudando, exhibiendo, los dineros que recibían o reciben personajes como Carlos Loret de Mola”. Pues bien, este encuentro entre comunicadores y medios alternativos independientes lo provocó AMLO. Y “estoy seguro de que la presidenta Claudia Sheinbaum continuará con esta apertura” y esta libertad desde las mañaneras que, ya anunció, seguirán.

Vocero de “un grupo de profesionales comprometidos con la verdad” que colaboran en Sin Censura, Serrano dice que cuando el presidente habla de los héroes anónimos de los medios independientes debe incluir también a “los compañeros de producción”.

Paleros a mucha honra

Sin Censura fue el primer medio independiente en ser “acreditado a las mañaneras”, gracias “a un grupo de colegas” que “ejercieron presión sobre Jesús Ramírez Cuevas” para que les abriera las puertas de la mañanera, relata Serrano.

El vocero presidencial entendió que estos medios emergentes tienen millones de seguidores. Y, fundamentalmente, sopesó que “la labor colectiva que están haciendo estos medios en pos de la verdad le permite a la 4T enfrentar a los medios corporativos, “tradicionalmente chayoteriles”.

Serrano piensa que la noción que tiene López Obrador de un periodismo comprometido con las causas del pueblo ayudó a periodistas como él “a perderle el miedo a definirse”. En Estados Unidos, fue crítico de los gobiernos y creyente de esta idea de la objetividad. Pero, después, cuando vino “a buscar el sueño mexicano” comprendió que no podía más que estar con la gente de abajo, esa misma que hoy recibe un beneficio de la política social.

Se refirió a las “vacas sagradas del periodismo que buscan descalificar la labor” de los youtuberos diciendo que éstos van a la mañanera a preguntarle al presidente: “¿por qué está usted tan guapo?” Pese a todo, pidió ser generosos con aquellos periodistas que no gritaron: “¡Es un honor estar con Obrador!”, en la ceremonia inaugural del encuentro.

Para Serrano, en “este ejercicio circular de la mañanera se nos ha permitido diferir. A pesar de que, desde las trincheras de la élite, desde los perfumados estudios de muchos medios de comunicación, digan que este señor es un tirano, un cuasi dictador y que en México está en peligro la libertad de expresión, aquí hemos sido testigos de cómo han venido a hacer valer su derecho de réplica desde Julio Astillero hasta Denise Dresser y uno de los Ferriz, pasando por Jorge Ramos”.

Se “nos ha permitido” diferir con el presidente. “Muchos no estamos de acuerdo con que él haya votado en contra del juicio a los expresidentes”. Y también estuvieron en contra de “dar a conocer la lista de los favorecidos por los miles de millones de dólares (de publicidad oficial) en el sexenio de Enrique Peña Nieto”.

Gracias a estas oportunidades periodísticas que en la mañanera les han dado a los periodistas independientes, “es que muchos lograron establecer una audiencia que hoy prefiere informarse” con ellos. “No podemos sacarle la vuelta” a la realidad, “muchos nos ven como comunicadores de la 4T”. Y, “pues cómo no si nos regimos por los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. En ese sentido, que me pongan en la lista con Hans Salazar” a quien le “escupieron” el mote de “palero” en una mañanera. Seguramente, “habrá muchos (otros) que se asuman como tal”.

Profesionalización y digitalización

Ya fuera de broma, en un tono más serio, el “compromiso con la gente nos lleva a hablar con la verdad, aunque advirtamos abiertamente que es nuestra verdad, algo que no han hecho honestamente con su audiencia muchos de estos grandes periodistas de México. Los grandes medios de comunicación no han querido decirles a sus audiencias de qué lado de la mesa están, a pesar de que están todas las situaciones a la vista”.

“No le tengamos miedo a la crítica”. Por esa crítica “a la que nos tienen sometidos diariamente las audiencias”, “vamos a crecer”. Tampoco “le tengamos miedo a la palabra ‘profesionalización’. Si somos honestos, mucho tenemos por avanzar”. Sin embargo, a Serrano le da mucho orgullo que un señor que tenía 20 años vendiendo flores, “ahora es un youtuber. Obviamente, por su culpa presidente”.

“Y como ese ejemplo, hay miles”. Como esos periodistas amateurs que en el encuentro se sentaron junto a veteranos del periodismo, como Miguel Badillo, director de la revista Contralínea, o Jaime Hernández, corresponsal de guerra y en el extranjero. También esos viejos periodistas, de alguna manera, han terminado “inmersos en la digitalización de los medios”. Se volvieron “youtuberos después de estar pegados a la máquina de escribir por décadas”.

Eso debe “darnos orgullo” y ser “la pauta para aquellos que en algún momento se han sentido ofendidos cuando nos llaman youtuberos, memeros, tiktokeros, feisbuqueros. Somos nosotros los que vamos por el camino correcto”. Con todo, este encuentro debe propiciar una autocrítica que lleve a los influencers a visualizar “hacia dónde vamos en la profesionalización de estos medios”.

Y cerró diciendo que, así como “allá en los medios tradicionales” ellos tienen derecho a gritar “¡todos somos Loret!”, otros muchos “tenemos derecho” a corear: “¡Más youtuberos, menos chayoteros!”

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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