Por José Luis Negrete Ávalos
Se están apuntalando los últimos detalles a la reforma del Poder Judicial. Las principales fuerzas políticas, ahora mayoritarias, han orientado radicalmente el sentido de la iniciativa de reforma, que se centra en la idea del voto popular para elegir a los candidatos y candidatas que ocuparán los puestos relacionados con la impartición de justicia.
Como se ha visto y se ha dicho tantas veces sobre este tema en las últimas semanas, ahora se integra un elemento más, a este volátil asunto para el desarrollo concreto de la nación, pues claramente se pretende modificar una de las bases principales que dan sostén a la vida democrática, institucional, y de vital importancia respecto a la división de poderes, para observar en estas acciones una posible limitante o consecuencia que pueda darse.
Entre los intentos de quienes aún forman parte del esquema tan amplio en el tema judicial, abogados, oficiales, jueces de distrito, magistrados, magistradas, ministros, en cualquier trasfondo de este contexto, teniendo como búsqueda principal una observación clara y profunda de dichas consecuencias, al mismo tiempo el hecho de la premura existente en el poder legislativo para dar paso a la reforma en cuestión.
Por esta situación una pregunta probable es ¿Los efectos políticos que ahora enfocan la dificultad del diálogo, entre las partes involucradas deja consecuencias visibles para el futuro?
Al puntualizar esta respuesta la intención es considerar ese tema desde su importancia, desde un punto de vista en el que pueden entrar la diversidad de opiniones que consideran argumentar de una u otra forma.
Es precisamente el hecho de las consecuencias a largo plazo, pues sería justo que se tomara la validez del tiempo para determinar modificaciones en el tema al poder judicial, desee el cauce de la calma y prudencia política, pero probablemente esta posibilidad quede cada vez más lejos.
Por las decisiones que ponen entre la espada y la pared el devenir de un México ya convulsionado en la polarización y el descarte de las diferencias, el desplome de la especialización a cambio del conglomerado de la lealtad.
Que entrecruza la realidad y la ficción, entre lo que se percibe como temor que alude a la preparación de los actores principales en torno al tema de dicha reforma, oficiales, jueces, magistrados, magistradas y ministros para el futuro.
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