Por Rogelio Guedea
“Carlos Chavira George, en prisión por abuso sexual”
La noticia de la detención del presidente electo del municipio de Coquimatlán, Carlos Chavira George, hoy vinculado a proceso por abuso sexual y pornografía infantil, no sólo dio la vuelta a Colima sino a todo el país. Era material perfecto para cualquier escándalo. Pero, ¿qué aristas ha conllevado esta detención? Chavira George ganó las elecciones municipales bajo la coalición PRI-PAN, a un gobierno morenista. En el proceso electoral fue que salió a la luz la denuncia interpuesta ante la Fiscalía por parte de la mamá del menor, circularon incluso audios en donde supuestamente Chavira George reconocía el ilícito y hasta se decía que pagaría por el silencio. No obstante, lo anterior, ninguna de las fuerzas políticas que lo amparaban (PRI-PAN) tuvo sensibilidad de ponerse del lado de la víctima (nadie ha hablado de ella a la fecha), ni tampoco tuvo la prudencia de remover de la candidatura a Chavira George mientras se hacían las averiguaciones, seguros de que se trataba de un asunto puramente político y las “acusaciones eran infundadas”. Chavira George ganó las elecciones y se le intentó anular el triunfo en virtud de las denuncias interpuestas en su contra, pero la Sala Regional de Toluca finalmente validó la elección al no haberse acreditado orden de aprehensión en contra de Chavira George. Sin embargo, al poco tiempo, el acusado por delitos sexuales es detenido y puesto tras las rejas. Las dirigencias panistas emitieron un comunicado un poco más reservado, ahora sí, en el que no meten las manos al fuego por Chavira George, se dicen respetuosos del proceso judicial que enfrentará y piden (no exigen, sino piden) que no vaya a ver ningún sesgo político en el proceso. En esta ocasión tampoco se mostró ninguna sensibilidad hacia la víctima, nadie ha hablado de ella, sino para ponerla en tela de juicio, lo cual me parece de todo esto lo más grave. No olvidemos que la indiferencia también revictimiza. De mi parte, yo sólo tengo que decir una cosa: qué bueno que, al menos en casos como este (no queremos que se pierdan vidas como sucedió en el caso del ex secretario de Turismo), la justicia ha actuado pronta y expedita, y esté en su resolución por encima de cualquier sesgo político. Con ello se sentará un firme precedente para el futuro.
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