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COLUMNA: Ojo de Mar

Por Redacción Jun21,2023

Por Adalberto Carvajal

Años de represión

Quienes sostienen que el gobierno de López Obrador coarta la libertad de expresión y censura a la prensa, tienen memoria corta. La historia política del país nos ofrece un catálogo de agresiones a periodistas, perfectamente reconocibles e inconfundibles que en nada se parecen a la batalla por las narrativas que, en defensa propia y hasta por sobrevivencia frente a una estrategia de golpe blando, ha venido librando Andrés Manuel al frente de la Cuarta Transformación.

Hagamos el recuento de algunos hitos:

-El asesinato de Manuel Buendía en 1984, ordenado por el director de la Dirección Federal de Seguridad, José Antonio Zorrilla Pérez, y cometido por un agente de esa policía política, Rafael Moro Ávila.

Querían evitar que el autor de la columna Red Privada revelara los vínculos entre narcotraficantes, contratistas y funcionarios de la CIA, así como políticos mexicanos, todos ellos involucrados en la tortura y muerte del oficial de la DEA, Kike Camarena.

Teniendo como secretario de Gobernación a Manuel Bartlett, la administración de Miguel de la Madrid buscaba, probablemente, impedir que Buendía publicara también la historia de ‘las boquitas pintadas’: la existencia de un lobby gay en los más altos niveles de la política mexicana.

-El secuestro de Lydia Cacho en 2005, ocurrido en Quintana Roo a manos de agentes ministeriales de Puebla y seguido por el encarcelamiento extrajudicial de la periodista y activista como un favor del entonces gobernador de ese estado, Mario Marín, al empresario Jean Succar Kuri que, a la postre, sería sentenciado a 112 años de prisión por prostitución y pornografía infantil.

-Las amenazas de muerte por parte del secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, a la periodista argentina Olga Wornat, los investigadores y editores del libro Felipe el oscuro. Eso ocurrióen 2011 y la biografía del expresidente Calderón no saldría de la imprenta sino hasta 2020.

Empresas fantasma

-En tiempos recientes se supo del secuestro de la periodista independiente María Teresa Montaño Delgado y la destrucción de sus archivos en 2021.

Querían evitar que la reportera revelara los 40 contratos que el gobernador del estado de México, Alfredo del Mazo, otorgó al menos a 15 empresas fachada desde 2018 y hasta 2022 por un valor cercano a los 5 mil millones de pesos, en una operación que realizó la entonces secretaria de Desarrollo Social y luego candidata del PRI a la gubernatura, Alejandra del Moral.

En 2020, Montaño había sido despedida del medio en el que laboraba en el EDOMEX. Y según acusó en declaraciones, la decisión de sus jefes fue resultado de “presiones” por parte del Gobierno Estatal.

Rehecha la investigación junto con el consorcio formado por Forbidden Stories, fue publicada por The Guardian el 31 de mayo de 2023, 4 días antes de las elecciones.

Con la excusa de la veda electoral, muchos medios nacionales y prácticamente la totalidad de la prensa mexiquense (comprometida con la administración de Del Mazo Meza) se negaron a mencionar el asunto. Sin embargo, es creíble que la difusión del reportaje en redes sociales haya atenuado los efectos del fraude electoral que el PRI, ostensiblemente, preparó para reducir la ventaja que en intención del voto llevaba la morenista Delfina Gómez.

Golpe a Excélsior:

Hasta aquí sólo describimos agresiones físicas a personajes del periodismo, pero la historia de la censura abarca intervenciones directas -aunque bajo el agua- del Ejecutivo, así como apropiaciones patrimonialistas de los medios de comunicación:

–En 1972, reclamando deudas con Somex, el gobierno de Luis Echeverría absorbió al Canal 13. La señal había sido originalmente concesionada por Díaz Ordaz a Francisco Aguirre en 1968. Y la versión de la familia Aguirre es que el Gobierno Federal les arrebató la concesión.

En la práctica, una televisora con autorización para vender publicidad (a diferencia del “11” permisionado al Politécnico y que ha sido modelo de medio público) se convirtió en canal del gobierno.

-En 1976, Echeverría Álvarez conspiró para que los cooperativistas de Excélsior expulsaran de la dirección del periódico a Julio Scherer García, y colocar en ella al orquestador del golpe Regino Díaz Redondo.

Pese a haber reunido una plantilla prestigiada de intelectuales en sus páginas editoriales, Scherer terminó perdiendo la buena voluntad de los trabajadores de talleres ante el temor de éstos a que el enfrentamiento del periódico con el Gobierno Federal los dejara sin patrimonio y sin fuente de empleo.

El detonante fue que, el 10 de junio de 1976, ejidatarios encabezados por el diputado priista Humberto Serrano, líder del Consejo Agrarista Mexicano, invadió los terrenos de Paseos de Taxqueña, desarrollo urbanístico que pertenecía desde décadas atrás a la cooperativa de Excélsior. Cada 6 meses, la campaña de suscripciones tenía como gancho el sorteo de una residencia amueblada en ese fraccionamiento.

-Ese mismo año, Echeverría le vende la cadena García-Valseca, que el gobierno había intervenido en 1973 por deudas del coronel con PIPSA, la paraestatal que controlaba el papel, a su gran amigo Mario Vázquez Raña, quien le cambia el nombre a Organización Editorial Mexicana (OEM).

Los rumores indicaban que el nuevo propietario de El Sol de México y el diario Esto, así como del rotativo tapatío El Occidental entre más de 30 cabezales en todo el país, era en realidad prestanombres del presidente saliente.

Hermanos del hierro:

-Como verdadero orgullo de su nepotismo, el presidente José López Portillo colocó al arranque de su sexenio en 1976 a su hermana Margarita al frente de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), cuya veleidosa gestión pasó a la historia, entre otros fracasos, por el incendio de la Cineteca Nacional.

-Los hermanos López Portillo impulsaron al Canal 13 como competencia del Canal 2. Aunque copiaron el modelo comercial y en algunos productos como los noticieros, programas deportivos, los de concurso y hasta las telenovelas superaron la calidad de Televisa, la corrupción de directivos como Joaquín López Dóriga o Pedro Ferriz Santacruz tanto como los caprichos de Margarita causaron escándalo.

-En 1982, López Portillo justificó haber ordenado un boicot publicitario a la revista Proceso que dirigía su primo Julio Scherer, diciendo que no pagaba para que le pegaran.

De privatizaciones

-Entre 1990 y 1991, Carlos Salinas privatizó Teléfonos de México (Telmex) y se la vendió a Carlos Slim, quien la pagó en forma paulatina y usando los propios recursos de la empresa, además de conservar el monopolio de la telefonía por una década.

-En 1993, reemplazó con Televisión Azteca al Instituto Mexicano de Televisión (Imevisión) creado por su antecesor Miguel de la Madrid. Luego, vendió la paraestatal a Ricardo Salinas Pliego en una subasta amañada: sólo el empresario mueblero sabía que el paquete de medios incluía los edificios de la Compañía Operadora de Teatros y los Estudios América. Además, el comprador pagó parte de los 650 millones de dólares con dinero prestado por Raúl Salinas de Gortari, el “hermano incómodo” del entonces presidente.

Para los amigos

-En 2002, Vicente Fox toleró que Salinas Pliego invadiera con un comando armado las instalaciones de CNI Canal 40 en el cerro El Chiquihuite con el pretexto de una deuda por comisiones de publicidad que tenía Javier Moreno Valle con la empresa del Ajusco. La señal televisiva se conoce hoy como Azteca 40.

-En 2004, como represalia a José Gutiérrez Vivó por haber transmitido la entrevista en la que López Obrador  (entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal) anunció su intención de ir por la Presidencia de la República, el gobierno de Fox cargó los dados para que Grupo Radio Centro, quien tenía una deuda por comisiones de publicidad que había venido pagando al conductor con la entrega de frecuencias de AM, se apropiara del concepto de Infored y sacara del aire en sus estaciones al noticiero “Monitor.

-El mismo año 2004 Fox presionó también para que Radio Fórmula cancelara su contrato a Paco Huerta, ya que el programa “Voz Pública” abría los micrófonos a los radioescuchas y se escuchaban duras críticas al presidente.

-En 2006, en un proceso seguido personalmente por la primera dama Martha Sahagún desde que era coordinadora de Comunicación Social, los dirigentes de la cooperativa Excélsior que en 2000 habían logrado sacar de la dirección a Regino Díaz Redondo (el mismo que operó el golpe a Scherer en 1976) decidieron venderle los activos al empresario Olegario Vázquez Raña, quien transformó el cabezal en una sociedad anónima.

Un grupo de cooperativistas disidentes demandó jurídicamente la transacción, pero estuvieron peleando inútilmente en los tribunales y siempre contra el poder hasta 2010.

Por alcoholismo

-En 2008, ya en el gobierno de Felipe Calderón, Carmen Aristegui dejó la conducción del noticiario matutino en W Radio cuando la entonces filial de Televisa decidió no renovarle el contrato bajo argumentos de incompatibilidad editorial.

-El 4 de febrero de 2011, Carmen Aristegui molestó a Los Pinos al presentar la noticia sobre la manta que diputados del PT (entre ellos Gerardo Fernández Noroña) exhibieron en la tribuna de San Lázaro, en la que imputaban alcoholismo al entonces presidente Felipe Calderón.

Cuando la sacaron del aire el 7 de ese mismo mes, Aristegui expresó que el cese se debió a presiones del Gobierno Federal, no sólo por dar la noticia sino por comentarla editorialmente: “Pongámosle atención al asunto y dejemos la pregunta abierta: ¿Tiene o no problemas de alcoholismo el Presidente de la República?”, dijo, para luego reflexionar sobre el interés público que tiene la salud de los mandatarios en las democracias.

Según dijo Calderón Hinojosa en 2020, la familia Vargas dueña de MVS le ofreció despedir a la periodista, pero su administración nunca tomó una actitud de “acorralamiento o multa” con un medio, periodista o comunicador. En un diálogo con Leonardo Curzio durante la presentación de su libro Decisiones difíciles en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el expresidente reveló: “El conflicto que tuve con Aristegui, la empresa llegó a ofrecerme su cabeza. Yo les dije ‘es decisión de ustedes, pero el Gobierno no la está pidiendo. Ella me ha calumniado, pero está en su derecho de hablar’”.

De más está decir que, en su negativa, iba implícita la orden a los concesionarios de MVS de sacar del aire a Aristegui.

Todos somos Carmen

La salida de Aristegui provocó toda una reacción de solidaridad entre su audiencia: el tema se hizo tendencia mundial en Twitter y hubo frente a la emisora en Ciudad de México una concentración para protestar por el despido. Señalaron la responsabilidad del gobierno mexicano en la decisión de la empresa, y fuentes de la Presidencia dijeron a la BBC que si bien “el gobierno respeta la decisión de MVS”, no tuvo injerencia en ella.

De hecho, reconocieron que el Ejecutivo exploraba la posibilidad de “responder (a Aristegui) y ejercer el derecho de réplica” contemplado en la legislación mexicana. El secretario de Trabajo, Javier Lozano, respondió en un tuit a quienes lo acusaron de operar la censura a Aristegui: “Así como respetamos siempre el que un medio de comunicación contrate a determinado conductor, respetamos cuando decide terminar su convenio”.

El 21 de febrero, Aristegui reanudó la conducción de su espacio matutino en MVS Radio, según la empresa, luego de evaluar expresiones públicas sobre el noticiario de la periodista y su experiencia de más de 2 años de colaboración en la empresa, así como su enorme credibilidad.

MVS había anunciado el despido de la periodista por haber transgredido el código ético del medio al dar por válida una presunción y negarse a ofrecer una disculpa pública, como se lo solicitó la propia compañía. Pero otra versión corroborada al paso del tiempo es que el empresario Joaquín Vargas aprovechó el enojo de Calderón para usar a Carmen como carta de negociación.

MVS buscaba conservar la concesión de la banda de Super UHF en el espectro radioeléctrico que Multivisión usó cuando tenía el servicio de señal restringida de televisión mediante una tecnología que luego cambió por la satelital directa al hogar. Sin embargo, cuando la administración panista decidió abrir un concurso para el uso de esas frecuencias en telefonía celular, la radio reinstaló a Aristegui.

-El 15 de marzo de 2015, luego de más de una semana de polémica entre la periodista y la empresa iniciado por la participación del equipo de investigación de “Aristegui Noticias” y el uso de la marca MVS en la plataforma ciudadana Mexicoleaks para la elaboración del reportaje sobre la casa blanca de Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto, Carmen fue definitivamente despedida de esa cadena.

Aristegui enfrentaría también la ira de López Obrador, pero en condiciones muy distintas a sus anteriores choques con un presidente, como veremos en la siguiente entrega de esta columna.

Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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