Por Jorge Gil Ángel
La investigación que realiza Colombia sobre el galeón español San José, hundido en el siglo XVIII frente a las costas de Cartagena de Indias, es una oportunidad para que el país cuente desde su perspectiva una historia que siempre ha sido narrada desde la visión del “norte global”.
Así lo asegura en una entrevista con EFE la directora general del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), Alhena Caicedo, quien valora que el país puede “darse el lujo de hacer una investigación que le permita contar la historia desde su punto de vista”.
“La historia siempre la han contado otros, gente de afuera: desde España, Europa, Estados Unidos, el norte global. Incluso aquí mismo los historiadores señalan que la historia la construyen y la escriben los ganadores de la historia. Tal vez necesitamos otras perspectivas, otro punto de vista”, afirma.
Nueva hipótesis
Uno de los resultados de la expedición científica ‘Hacia el corazón del galeón San José’ es una nueva hipótesis sobre el hundimiento del barco.
Según la investigación, el galeón español no fue hundido por una explosión en el siglo XVIII, al ser atacado en el mar Caribe por corsarios ingleses, sino que pudo ser por otras razones, como una “mala reparación”.
La versión “oficial” del hundimiento proviene de tres capitanes ingleses que fueron juzgados por una corte marcial de Port Royal (que en la época era la sede del Gobierno británico en Jamaica) quienes aseguraron que el San José explotó repentinamente, esto con el objetivo de librarse de responsabilidades por no poder robar el cargamento del galeón.
“Esa ha sido la historia y esa fue la versión que prosperó en el tiempo, que nos llegó a nosotros y básicamente la que se ha pensado que es la verdadera. ¿Qué pasa con esa versión de la historia? resulta que lo que han encontrado los historiadores es que es una versión construida, básicamente a partir de testimonios ingleses”, explica Caicedo.
Sin embargo, los investigadores colombianos han revisado este año más de 250 expedientes y señalan que hay testimonios que desmienten a los ingleses, como el del marinero Pedro García de Asarta, que dijo haber escuchado el ruido del hundimiento de una nave, pero no oyó ninguna explosión.
Este marinero de la época señaló que “el hundimiento se dio por una mala reparación del Galeón San José, derivada de un accidente que se dio en el viaje de Cartagena a Portobelo (Panamá)”.
“Un poco lo que han hecho los historiadores es revisitar esa idea y contrastar otro tipo de fuentes que habían sido consultadas efectivamente por investigadores, pero a las que no se les había dado el peso que en este caso se les está dando”, precisa la directora del ICANH.
Postura novedosa
El San José, que pertenecía a la Armada española, fue hundido, según crónicas de la época, con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo.
Luego del anuncio del hallazgo del pecio surgieron disputas entre Colombia y España, ya que ese país aduce que por tratarse de “un barco de Estado”, con su bandera, le amparan las normas de la Unesco para reclamar su titularidad.
El Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, decidió tratar el galeón como patrimonio cultural y “objeto de investigación científica”, cuyo primer resultado, explica Caicedo, fue establecer que “el pecio que está a 600 metros de profundidad no había tenido ninguna intervención ni nadie lo había saqueado y no había sido parte de un complot para destruirlo ni nada por el estilo, está integral”.
“Este proyecto de investigación es complejo y por lo tanto tiene una larga duración. Esto no se va a resolver en un año y es un proyecto de investigación que además tiene diferentes fases. Nosotros estamos en la primera fase”, afirma la funcionaria.
Esta iniciativa, cree Caicedo, permite “abrir una veta nueva de la investigación científica en Colombia, en lo que tiene que ver con patrimonio cultural sumergido”.
“Estamos abriendo un campo de investigación que había sido súper marginal y muy poco explorado en Colombia, y en general en América, y hablar de patrimonio cultural sumergido tiene que ver con volver los ojos sobre el agua, los mares, los ríos, las lagunas y entender también qué información podemos tener ahí sobre el pasado del territorio”, concluye.
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