México ha dejado de percibir recursos por el espectro radioeléctrico que ha sido devuelto de alrededor de 13 mil millones de pesos de 2020 a la fecha, informó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Además, destacó que existe un riesgo alto de que los operadores de menor tamaño tengan que devolver el espectro e incluso puedan salir del mercado, lo cual provocaría una mayor concentración de mercado.
El pleno del IFT emitió el “Estudio de mercado sobre los costos del espectro radioeléctrico para servicios móviles en México”, el cual analiza el impacto en materia de competencia económica que tienen los costos de este recurso sobre el desempeño de los proveedores de servicios de telecomunicaciones móviles, así como los incentivos para que nuevos participantes ingresen a este mercado.
Con base en los resultados del estudio, el IFT emitió algunas recomendaciones a las autoridades competentes del Gobierno y al Congreso.
Entre los principales hallazgos destacó que existen bandas de frecuencias para servicios de telecomunicaciones móviles en México “en las que el pago total de uso se encuentra entre el 88% y el 96% por arriba de la mediana internacional».
El IFT señaló que el nivel actual del pago de derechos “representa una barrera a la entrada de nuevos operadores” y la expansión de los actuales jugadores, pues “limitan la participación en licitaciones del espectro y la competencia en la provisión de servicios de telecomunicaciones móviles mayoristas y minoristas”.
Además, “los costos por el pago de derechos tienen un impacto negativo en los operadores entrantes y de menor tamaño”, pues existen altas asimetrías entre los competidores en términos de su escala y de los recursos que deben destinar para afrontarlos.
El texto también apunto que, para asumir la totalidad de sus costos, incluyendo el pago de derechos del espectro, “un operador deberá alcanzar una participación cercana al 25% en el mercado móvil”.
Dijo que, al nivel actual de pago de derechos por uso del espectro radioeléctrico, “será más difícil que los operadores de menor tamaño alcancen la escala mínima eficiente en el mediano y largo plazo, y existe el riesgo de que tengan que devolver el espectro que tienen concesionado o incluso salir del mercado, generando una mayor concentración de mercado”.