Por Ada Aurora Sánchez
Según refieren los estudiosos, Adriano, el famoso emperador romano, se distinguió por su sentido de la administración pública, su gusto por la arquitectura y la filosofía helénica, y por fortalecer y expandir sus ejércitos a lo largo del enorme imperio romano. Así, mientras gobernó del año 117 al 138 d.C., alentó, entre sus soldados, el culto a la deidad Disciplina, propia de la mitología romana y, que, sin ser en origen muy destacada, lo fue a partir de que se le dedicaron altares y ceremonias, a fin de que sus virtudes beneficiaran a los ejércitos imperiales. Estas cualidades o virtudes se referían a la frugalidad, o sentido de templanza, mesura o ahorro en el empleo de recursos; a la severidad, entendida como determinación, concentración en una meta, y a la fidelidad, asociada a la lealtad profunda, hasta las últimas consecuencias.
Los soldados del emperador Adriano debían ser, pues, muy disciplinados, y comportarse bajo un código rígido de orden y moral si deseaban alcanzar la misión para la que trabajaban en favor del imperio romano: velar por los intereses del emperador y asegurar el desarrollo pacífico de todas las provincias. En este sentido, la palabra disciplina, del latín discipulus, es decir, discípulo o el que aprende, remite, en consecuencia, al orden y sistematicidad con se realiza algo, y de lo cual, de manera invariable, deviene un aprendizaje. Ser disciplinado implica, entonces, concentrarse de manera habitual en llevar a cabo una tarea determinada, haciéndolo con dedicación, constancia y lealtad a un ideal.
En el caso del prolífico autor y editor Enrique Ceballos Ramos, cuya primera carrera es la de contador público, la disciplina y la paciencia son características que le permiten solventar todas las dificultades inherentes de la investigación y la publicación de un libro, para ofrecernos, como hoy, novedades bibliográficas: Tierra de Letras. Autores colimenses en revistas de historia: 1996-2000, y Tierra de Letras. Autores colimenses en revistas de temas generales: 1996-2000, publicados por su editorial Tierra de Letras y el Club del Libro Colimense, en 2024.
En estos libros, Enrique Ceballos, a su modo, hace registro, inventario, de lo publicado durante el periodo 1996-2000 por un grupo de autores y autoras colimenses que, desde diversas áreas, publican artículos en revistas locales, nacionales o internacionales, a manera de colaboraciones de divulgación o, en menor medida, de carácter científico y arbitrado. En el primero de los libros, la fuente central son las revistas de historia, y, en el segundo, las revistas de temas generales, como se desprende de los títulos de las publicaciones que comentamos.
Cabe apuntar que, bajo el denominativo general de Colima, Tierra de Letras, Enrique Ceballos ha publicado ya 3 libros que se enfocan en documentar las colaboraciones de colimenses —de origen o con residencia de 5 años en el estado— en revistas, y 7 obras más cuyo propósito ha sido dar cuenta y reseña de los libros publicados por los y las autoras de la localidad. Esta producción se suma a los volúmenes que ha coordinado Enrique Ceballos en torno a figuras literarias clave de la región (Arreola, Rulfo, José Trinidad Lepe Preciado, Griselda Álvarez, Juan Macedo López, etcétera) y a la edición que ha realizado con respecto a la obra personal de diversos autores/as colimenses.
A continuación, particularizo en cada libro de los que hoy se presentan, anticipando que se reciben como textos que facilitan la labor de investigadores e investigadoras de las ciencias sociales y las humanidades, al tiempo que constituyen un referente de la movilización de la escritura y las publicaciones en un lustro específico.
Tierra de Letras. Autores colimenses en revistas de historia: 1996-2000
Este libro cuenta con referencia y fichaje de 214 artículos, pertenecientes a cincuenta autores y autoras, tales como Gianluca Bassi, Alberto Barreto, Enrique Brizuela, José Oscar Guedea, José Levy, Irma López, Arturo Navarro Íñiguez, Servando Ortoll, Juan Carlos Reyes, Margarita Rodríguez García, Pablo Serrano, José Luis Silva Moreno, Florentino Vázquez, por citar algunos.
El historiador Juan Carlos Reyes Garza, autor del prólogo del libro en cuestión, señala que el libro de Ceballos permite “entrever las preferencias, las tendencias dominantes, los medios existentes y su nivel, y, por contraste las carencias que, al menos hasta ese año persistían en el ámbito local en las ciencias sociales”. Yo agregaría que el libro facilita observar también quiénes se especializan en determinados temas y cómo abordan, con originalidad, nuevos tópicos. No sabemos hasta dónde la búsqueda de materiales en el contexto nacional e internacional fue exhaustiva, pero lo que aquí se muestra ilustra de forma valiosa la cobertura de temas de historia regional con respecto a tiempos prehispánicos, de la Conquista, pero, sobre todo, de los siglos XIX y XX. Las y los lectores encontramos referencia, por ejemplo, a artículos acerca de las haciendas de Colima, la conformación de los ayuntamientos, la producción salinera, los barrios, la construcción de puentes, la Cristiada, la medicina y personajes ilustres de la entidad. Las revistas clasificadas como locales que fueron consultadas por Enrique Ceballos fueron Contraste, Divertimientos, Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Histórica, de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos, A. C., y Los Barrios de mi Ciudad. De estas publicaciones, las 2 últimas son las que de manera más clara y sistemática abordan temas de historia, el resto ofrece colaboraciones dentro de la disciplina, pero también de muchas otras. Se citan trabajos de 20 publicaciones nacionales como Estudios de Historia Novohispana, Estudios Jaliscienses, Relaciones, Proceso y Tierra Adentro, entre otras, mientras que, del ámbito internacional, existen referencias a 4 revistas (2 en español, una en francés y otra en inglés); en este caso, todas especializadas en la historia: Centro de Investigaciones Etnológicas Ángel Ganivet, Contrastes, Historie et Sociétés L’ Amérique Latine y Journal of Salt-History.
Con 17 artículos registrados cada uno, Pablo Serrano y José Oscar Guedea y Castañeda figuran como los autores con más fichas consignadas. De 50 autores, 39 son hombres, y 11, mujeres. Todos y todas se han interesado de un modo u otro por la historia de Colima y sus aportes contribuyen a comprender mejor la dinámica cultural colimense.
Tierra de Letras. Autores colimenses en revistas de temas generales: 1996-2000
Este libro, como indica Heberth Sánchez Polanco en el prólogo, considera el registro de 133 autores, de los cuales 66 son hombres, y 67, mujeres. Una proporción muy diferente a la del primer libro, donde predominaban, por mucho, las publicaciones de los autores masculinos. Otro dato que varía es el número de textos registrados: 501, frente a 214, de la primera publicación reseñada, lo cual se explica por el hecho de que, en este caso, se toman en cuenta revistas de temas generales, en las que caben periodismo, estudios de género, derecho, economía, cultura, política e historia, incluso. Las revistas que se documentan son 23 (7 locales, 10 nacionales, y 6 internacionales). Predominan las colaboraciones periodísticas o de difusión en torno a contiendas electorales, familia, medios de comunicación, género, educación y grupos políticos.
Como revistas locales, Ceballos Ramos clasifica a Aportes, Contraste, Histórica, Iurídica, Lúmina, Estudios sobre las Culturas Contemporáneas y Géneros, aunque en algunos casos podrían reclasificarse en función del alcance y proyección que tienen, por ejemplo, las 2 últimas, que reciben colaboraciones nacionales e internacionales. A veces, lo local puede ser internacional, y viceversa. Parte de las revistas nacionales que se citan son Nexos, Gestión y Estrategia, Proceso, Universidad de México, y, en las internacionales, se mencionan a Alive!, Grit y Woman’s World, entre otras.
Pedro Zamora Briceño y Bertha Munguía Berlanga, de la revista Contraste, son de quienes se documentan más colaboraciones periodísticas. Mirtea Acuña Cepeda y Margarita Rodríguez García, así como Pedro Zamora y Héctor Porfirio Ochoa, son autores que aparecen citados en los dos libros que esta noche presentamos.
Como bien asienta Heberth Sánchez, “la edición de esta breve compilación, se inscribe entre los pocos trabajos hemerográficos existentes en su género” y “habrá de alertarnos también acerca del impacto y quehacer del mundo de las revistas en la entidad”.
La paradoja de este minucioso esfuerzo es que para llegar a documentar lo publicado por autores y autoras de Colima y/o en torno a Colima hasta 2024, habría que hacer el registro de 24 años más, que no es fácil y, como han de suponer, conlleva muchos meses y años tal tarea, por lo que, al conseguirla, es posible que estemos desfasados al menos 2 décadas con respecto a lo más actual.
Buscar los ejemplares de revistas por cielo mar y tierra, leerlos, registrarlos, para luego escribir y publicar un libro, que no sabemos si se va a vender o no, amerita el buen temple del explorador ante la lluvia intensa y los terrenos en escarpada, amerita ser disciplinado, constante, y no cejar en la genuina convicción de que se aporta a una causa trascedente, como lo es la identificación y rescate del patrimonio cultural de la entidad. La encomienda de Enrique Ceballos se completa cuando, como lo asienta en la Introducción, dona los materiales encontrados al Archivo Histórico del Municipio de Colima para que estén al alcance de las y los investigadores y suceda que otro proyecto, otro libro, se cocine en alguien más por ahí. Enhorabuena a Enrique Ceballos por estas publicaciones y por las que tiene en puerta; su empeño editorial es encomiable, como también, la visión que ha tenido en construir puentes bibliográficos entre generaciones y lustros, entre el pasado y el presente. Muchas felicidades.
*Texto leído en la presentación de los libros Tierra de Letras. Autores colimenses en revistas de historia: 1996-2000 y Tierra de Letras. Autores colimenses en revistas de temas generales: 1996-2000, de Enrique Ceballos Ramos, en el Poliforum Cultural Mexiac, el 7 de noviembre de 2024.
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