El Obispo de la Diócesis de Colima, Gerardo Díaz Vázquez, confirmó que se registra actualmente una disminución drástica de vocaciones sacerdotales a nivel mundial, y la entidad no es la excepción.
“En Colima tenemos un porcentaje bajo en cuanto a seminaristas, pero trabajamos en la promoción vocacional. En todas las diócesis se realizan encuentros con niños, adolescentes y jóvenes a lo largo del año, con el objetivo de despertar en ellos esta inquietud vocacional”, explicó el obispo.
Respecto a las fiestas patronales de San Felipe de Jesús, Díaz Vázquez anunció su participación en la celebración eucarística programada para el 5 de febrero, a las 5 de la tarde, en la Plaza de Toros La Petatera, en Villa de Álvarez.
“Es una oportunidad en la que el pueblo de Colima, Villa de Álvarez y sus alrededores, se congregan para celebrar estas fiestas”, expresó. Asimismo, hizo un llamado a las y los asistentes a participar de manera que se fomente la integración, la convivencia y el fortalecimiento del sentido comunitario. “Debemos sentirnos cercanos unos a otros y favorecer las buenas relaciones entre nosotros”, añadió.
Durante la eucaristía, dijo, se pedirá por la paz, la convivencia sana y armoniosa, así como por las familias y, de manera especial, por las personas enfermas.
Por otro lado, el Obispo señaló la necesidad de trabajar intensamente en el fortalecimiento de la fe. “Aunque se han realizado labores de evangelización, vivimos en un mundo cada vez más secularizado, donde la religión es vista más como algo individual que colectivo. Se impulsa a las personas a vivir su fe en el ámbito privado, pero no en el público”, destacó.
Pese a ello, Díaz Vázquez consideró que Colima es una comunidad profundamente creyente y comprometida con su fe. Sin embargo, insistió en la importancia de cuidar este aspecto, especialmente entre las nuevas generaciones. “Es fundamental trabajar con niños, adolescentes y jóvenes para que puedan asumir una vivencia de fe más plena en su vida personal”, concluyó.