Cinco minutos fatales marcaron el destino del Mónaco en su enfrentamiento contra el Benfica en la Liga de Campeones. Un gol de Vangelis Pavlidis y una polémica expulsión de Al Musrati dejaron a los lusos con ventaja para la vuelta, mientras que los locales, aunque lucharon con 10 hombres, se mantienen con opciones mínimas de clasificación a los Octavos de Final.
El Mónaco vivió un primer tiempo complicado, con pocas ocasiones y un gol de Pavlidis que llegó por un despiste defensivo. Sin embargo, el verdadero golpe llegó en el minuto 52, cuando el árbitro italiano Maurizio Mariani mostró la segunda amarilla a Al Musrati, tras un gesto que, aunque leve, fue suficiente para dejar al Mónaco con 10 jugadores. La decisión fue muy cuestionada por los locales, que veían cómo su rival se quedaba con una ventaja numérica crucial para el desarrollo del encuentro.
Con un hombre más, el Benfica se lanzó al ataque, y Pavlidis estuvo cerca de marcar el segundo en el minuto 63, pero el portero Majecki evitó el gol. La entrada de Ángel Di María, quien no duró mucho tiempo en el campo debido a una lesión, reflejó la intención de Bruno Lage de asegurar el resultado con más poder ofensivo. Sin embargo, el Mónaco logró frenar el dominio luso, cerrando bien las líneas y limitando las llegadas al área.
A pesar de la presión, el Mónaco mantuvo la esperanza gracias a una sólida defensa, pero la falta de pegada en ataque y la baja de un jugador clave dejó a los locales en una situación complicada para la vuelta en Lisboa. El Benfica, por su parte, logró el objetivo de salir con ventaja, aunque sabe que la eliminatoria está lejos de decidirse.