Indira Vizcaíno y la UdeC
Por Rogelio Guedea
En tiempos difíciles las universidades suelen ser efectivas trincheras para enfrentarlos. En Nueva Zelanda, por ejemplo, por solo nombrar un caso, la pandemia no hizo los estragos que ocasionó en otros países (como el nuestro, incluso) porque el gobierno neozelandés se apoyó en la asesoría de expertos universitarios para enfrentar la problemática, lo que trajo como beneficio un manejo impecable de la pandemia y, por ende, una reducción ejemplar del número de contagios y de muertes. Como se sabe, Nueva Zelanda estuvo libre de Covid en la comunidad por varios años. Del mismo modo, desde el inicio de su gestión, cuando se creía que la relación entre el nuevo gobierno indirista y nuestra Máxima Casa de Estudios iba a ser ríspida (muchos abogaban por ello), sucedió lo contrario: la gobernadora Indira Vizcaíno (orgullosa egresada de sus aulas) y el nuevo Rector Christian Torres Ortiz establecieron una relación no sólo cordial sino incluso de cooperación mutua para empezar a detectar y acto seguido a enfrentar las principales problemáticas con las que se estaba enfrentando la gobernadora Indira Vizcaíno al iniciar su mandato. Incluso, y por si lo anterior no fuera poco, de manera acertada la propia Indira Vizcaíno decidió resolver un adeudo histórico que se tenía con la universidad y empezó a firmar convenios en los que se demostraba el interés de la Ejecutiva estatal por tener a nuestra máxima casa de estudios como una aliada de su gobierno, acierto del cual se ha hablado poco porque quizá, en estos momentos en donde problemáticas como la violencia han subido de tono, se haga más necesario darle mayor visibilidad al respaldo universitario y enaceitar estos convenios previamente firmados para evitar que se genere la percepción de que sólo fueron acontecimientos protocolarios. Estoy convencido de que esa vocación social que caracteriza a la gestión del Rector Torres Ortiz podría tener un impacto notable en las decisiones del gobierno indirista como también estoy convencido de que el respaldo de parte del gobierno indirista a nuestra Máxima Casa de Estudios es genuino y no se le va a remilgar de ninguna manera, pues una institución educativa como la Universidad de Colima es un elemento prioritario de transformación y desarrollo para nuestra entidad. Como lo dije al principio, en momentos adversos, cuando la maraña de las problemáticas sociales a veces impide ver con claridad sus soluciones, las universidades suelen ser brújulas eficaces y linternas de largo alcance, así que sería muy importante que esta alianza entre el gobierno indirista y la Universidad de Colima se reforzara para darle un mejor cauce a los diferentes retos que enfrenta nuestra entidad.
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.