Colecciones biológicas y biodiversidad en Colima
Doctor Carlos Luis Leopardi Verde*
Para referirnos a la variedad y variabilidad de la vida en nuestro planeta solemos usar el término biodiversidad -o diversidad biológica-. Cualquier persona puede reconocer cualitativamente qué tan variados son los seres vivos de un lugar con respecto a otro (qué tan biodiverso es). Es posible que te hayas percatado de que a medida que es más pronunciado el cambio de uso del suelo, sea por la expansión urbana o de áreas agrícolas, hay menos vegetación natural, hace más calor y usualmente disminuye la variedad de seres vivos. Piensa en tu entorno, ¿se ve igual a como cuando eras niño o niña? ¿Qué ha cambiado? ¿Hay tantos insectos y plantas ahora como los había hace 15 o 30 años?
Posiblemente tu respuesta a esa pregunta sea un simple «no» y es cierto. Han ocurrido eventos que han disminuido la biodiversidad de nuestro estado, que, por cierto, es uno de los más ricos en especies de plantas en función de superficie. Hay quien dice que tenemos hasta 4,300 especies de plantas vasculares -helechos, pinos y afines y plantas con flores-. Pero, al mismo tiempo tenemos una tasa de deforestación por encima de la media nacional.
Quizá pienses que estos cambios no te afectan o te afectan poco; pero, como seres vivos, todos estamos conectados y formamos parte de una red de interacciones frágil que sólo funciona adecuadamente cuando todos los integrantes (especies) hacen su parte. Conservar la variedad de seres vivos es clave para la salud de un ecosistema. Pero no podemos conservar lo que no se conoce, por eso es importante saber, ¿cuántos seres vivos (especies) hay o hubo en un lugar?
Una manera de estimar cuántas especies tenemos es por medio de las colecciones biológicas, sean herbarios (colecciones de plantas) o museos (colecciones de animales) que guardan un registro de los organismos que hay -o había- en un determinado lugar. Algunas colecciones en el Mundo tienen más de 450 años de antigüedad o son realmente enormes, con acervos de más de 8 millones de especímenes.
En la Universidad de Colima, nuestras colecciones son recientes; los especímenes más antiguos son de 1984. En la colección de plantas tenemos alrededor de 5 mil especímenes y están representados todos los grupos de plantas terrestres (musgos, hepáticas, helechos, gimnospermas y plantas con flores). Las muestras de plantas en nuestro acervo son esencialmente de Colima. Tenemos una colección de mariposas y polillas que cuenta con unos 30 mil especímenes y es una de las más grandes de México.
Hay una colección de fósiles de Colima, con alrededor de 50 especímenes -principalmente marinos-. También contamos con una biblioteca de polen de alrededor de 200 especies de plantas de las selvas del estado.
Estas colecciones, por su carácter histórico, nos permiten saber qué había en un lugar, pero también nos dan una idea de dónde se pueden encontrar plantas o animales; en el caso de plantas pueden proveer información acerca de sus periodos de floración y fructificación. Debido a su carácter histórico, las colecciones pueden dar una idea acerca de los cambios temporales que estos patrones pueden sufrir, por ejemplo, a causa del cambio climático. Las colecciones son como un archivo y, mientras más especímenes contienen, más valiosas son, porque más información pueden aportar. Una colección individual es un recurso de alto valor, pero, en el contexto actual -gracias a la conexión con bases de datos globales como la red Symbiota o Global Biodiversity Information Facility (GBIF)-, su valor se incrementa de forma significativa porque se pueden sumar datos de colecciones grandes y pequeñas de todo el mundo y con ello obtener suficientes elementos para elaborar inferencias robustas sobre algún tópico relativo a la biodiversidad.
Las colecciones pueden ser un punto de partida para el establecimiento de políticas de conservación, pues ofrecen una aproximación a los recursos biológicos disponibles (real o potencialmente) en una determinada área del estado -nuestro caso-, el país o del mundo. Pero, también pueden ser una fuente de datos para estudios de anatomía, palinología, fisiología, evolución. Sí, las posibilidades para extracción de datos de un espécimen de herbario o museo son enormes. Para profesionales de la biología, de la química-biólogía, de la medicina, de la biotecnología, entre otros; son espacios con información altamente valiosa.
Además, en las colecciones las personas especialistas ofrecen servicios de identificación de seres vivos, para algunas de las disciplinas antes listadas esto es clave, ya que pueden guardar (o guardan) los especímenes que validan la identidad biológica (taxonómica) de los organismos con los que trabajan y, por ello, dan certeza a sus datos. Las personas especialistas que trabajan y enriquecen las colecciones biológicas también participan en el desarrollo de inventarios biológicos -nosotros nos centramos en plantas-, caracterización melisopalinológica (técnica capaz de identificar los recursos botánicos como flores y geográficos utilizados por las abejas para producir miel), entre otros.
El valor intrínseco de una colección aumenta cuando su acervo es de fácil acceso. Muchas colecciones grandes cuentan con recursos propios para ello; nosotros gracias al valioso apoyo de nuestros estudiantes y de la generosa contribución de la International Association for Plant Taxonomy (IAPT) estamos en un esfuerzo para digitalizar los especímenes que hemos colectado y puestos en la colección para hacerlos disponibles para quien quiera consultarlos.
En el caso de plantas, hay una base de datos disponible de manera pública en la que se encuentra casi todo el acervo; en el caso de la colección entomológica este año iniciamos la construcción de la base de datos y en su momento lo haremos con los fósiles. Nuestras bases de datos están alojadas en redes mundiales, como Symbiota, lo que permite que cualquier persona interesada pueda consultar nuestra colección desde cualquier parte del mundo. El impacto es significativo, pues nuestros datos están a un clic para cualquiera que desee revisarlos. Muchos por el momento son datos de lugares y nombres de especies, pero pronto habrá especímenes digitales, fotos de plantas, polen y más.
Si quieres conocer más acerca de nuestro trabajo puedes escribirnos y revisar nuestras bases de datos en el sitio web del laboratorio: https://sites.google.com/ucol.mx/laboratorio-de-sistemtica-ucol/home. Tal vez te parezca interesante y quieras apoyarnos, sea como persona voluntaria o como colaborador o colaboradora en alguno de los proyectos que actualmente están vigentes.
*Profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima
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