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COLUMNA: Escaparate Político

PorRedacción

Sep 12, 2023 #Opinión

Por Amador Contreras Torres

Primera de 2 partes

A destacar. Impugna Marcelo Ebrard el proceso interno de Morena ante los órganos internos de justicia de ese partido, pide la reposición del proceso, presenta pruebas de irregularidades y anuncia la creación de un nuevo partido político: Movimiento Progresista. “A partir del 18 de septiembre vamos a organizar y formalizar nuestro movimiento político nacional”, afirmó el ex canciller en rueda de prensa. Anunció también un recorrido por todo el país y les dijo a los políticos de Morena, PT y PVEM que tienen hasta el 18 de septiembre para sumarse. Se observa como inminente su salida de Morena. En términos de realismo político se ve en chino que se pueda reponer el proceso, cuando ya le entregaron su constancia de ganadora a Claudia, le entregaron el bastón de mando del movimiento y el presidente López Obrador rechazó reponer el proceso interno de Morena ante la inconformidad de Marcelo Ebrard. Dice que todo fue legal; el proceso fue limpio y no hay necesidad de reponerlo. Circuló la versión de que Adán Augusto será el líder nacional de Morena y coordinador general de campaña de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, hasta el momento, Mario Delgado se resiste a dejar la dirigencia nacional de Morena y está molesto porque le cerraron el paso para buscar ser el candidato de Morena a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Traiciones. El prestigio y las posibilidades de Mario Delgado vienen cuesta abajo en su rodada. Por una parte, traicionó a su antiguo jefe y mentor Marcelo Ebrard, pero parece que Claudia Sheinbaum tampoco lo quiere. O sea, Mario Delgado corre el riesgo de quedarse como el perro del hortelano: sin miel y sin jícara. Sin la dirigencia de Morena y sin la candidatura a la CDMX. El peor escenario para él. En la Ciudad de México hay otros perfiles que suenan más para la candidatura a la jefatura de gobierno y son Omar García Harfuch, Clara Brugada y Ricardo Monreal. Morena tiene que acertar en la elección del candidato porque por primera vez desde hace 26 años, la izquierda corre el riesgo de perder su bastión que es la capital del país, en un escenario de alta exigencia electoral ante la coalición Va por México. La primera señal de alerta se dio en los comicios del 2021, cuando le arrebataron el triunfo en 9 de las 16 alcaldías, más de la mitad del mapa geopolítico de la Ciudad de México, entre ellos la emblemática Alcaldía de Cuauhtémoc, en el corazón de la urbe, donde se asienta Palacio Nacional y el Palacio de Gobierno de la Ciudad de México. De pilón, Sandra Cuevas, la alcaldesa de esta demarcación se acaba de destapar como candidata a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. De ahí que Morena tiene que acertar en poner un buen candidato qué a su vez, le ayude a ganar a Claudia Sheinbaum, la Presidencia de la República. Invitaciones. La oposición invita a Marcelo Ebrard a que se sume al Frente Amplio por México, en voz de la propia Xochitl Gálvez y los dirigentes de los partidos que la postulan. A su vez, el presidente López Obrador y la propia Claudia Sheinbaum le solicitan que se quede en Morena y no se salga de la Cuarta Transformación en tanto que Marcelo Ebrard deshoja la margarita y mide sus posibilidades reales para el futuro inmediato. Entonces, dependiendo de lo que haga en los próximos días, veremos cuál será el escenario de la batalla por la Presidencia de la República en el 2024. Un primer escenario es que sea una elección cerrada entre 2 grandes fuerzas: Morena y el Frente Amplio por México. Un segundo escenario que sea una elección de 3 tercios, entre Morena, Xóchitl y Marcelo Ebrard, como candidato de Movimiento Ciudadano, una elección entre 3 opciones, con la posibilidad de una declinación, para inclinar la balanza en un sentido o en otro. Todo, todo, puede pasar y en este momento, no se puede predecir con certeza el resultado final. Uno de los problemas de Marcelo Ebrard es la cuestión generacional. Su momento para intentar ser presidente es ahora y no dentro de 6 años más. Este es su momento. En 2024 tendrá 65 años, pero en 2030 tendrá 71 años y ya se ve desfasado para buscar ser presidente, sobre todo, porque surgirán nuevos actores, nuevos candidatos, más jóvenes y que llegarán en un mejor tiempo político. Ahora mismo, se visualiza el choque de trenes, si la contienda es entre Morena y Xóchitl Gálvez. Sin embargo, si entra Marcelo Ebrard y logra crecer, entonces, tendremos una elección de tres grandes tercios, con resultados inciertos, porque Marcelo es bien visto por las clases medias y le quitará votos tanto a la oposición como a Morena. Un Escenario complejo y de incertidumbre.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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