Primer encuentro Sheinbaum-Trump
Por Alejandro Bernal Astorga
La negociación entre mandatarios implica sumar aspectos de fondo y forma para alcanzar beneficios mutuos. Un primer encuentro puede incidir en el desarrollo de negociaciones futuras potenciando o minimizando alcances, de ahí su trascendencia.
En el entorno de la racionalidad, la visión de Estado debería prevalecer sobre posicionamientos personales y para que esto ocurra, la legalidad, madurez y buena intención de los negociantes es determinante. Imponer y amenazar no es negociar; victimizarse sin argumentar, tampoco lo es. De hecho, ambos posicionamientos reflejan la falta de capacidad para hacerlo.
La presidenta Claudia Sheinbaum y su homólogo estadounidense, Donald Trump, tendrán su primer encuentro en el marco de la cumbre del G7 en Alberta, Canadá, a la que México asiste como invitado.
Una negociación de alto nivel como ésta, es planeada y acordada por los equipos de ambas naciones; se realiza en un entorno protocolario y de inteligencia en la formulación de planeamientos, respuestas y propuestas. El intelecto, comunicación efectiva e inteligencia emocional son el contrapeso de la sinrazón y los arrestos de quienes encuentran los puntos que unen y no los que separan.
Los temas por tratar en este encuentro serán migración, impuesto a las remesas, así como los aranceles al aluminio y acero. En el contexto actual de deportaciones, la migración será el tema central; la presencia ilegal de personas en un país es sancionada por la ley; sin embargo, los trabajadores mexicanos migrantes en EUA son necesarios para la realización de actividades productivas.
Enrique Quintana señala que, desde la perspectiva sectorial, la agricultura y ganadería lideran el empleo de trabajadores migrantes en EUA con alrededor de un millón 250 mil empleados mexicanos. En cualquier país, la producción de alimentos es un tema de seguridad nacional y ante la intensificación de deportaciones, el Ejecutivo federal estadounidense ha recibido inconformidades de productores y empresarios agrícolas de California, Texas e Illinois.
A continuación, están la construcción y minería, con aproximadamente un millón, seguidas muy de cerca por los trabajadores domésticos. Las manufacturas emplean a más de 800 mil personas, mientras que los sectores de restaurantes, hoteles y comercio cuentan con medio millón cada uno.
En este contexto, las deportaciones en la administración del presidente Trump en el primer trimestre de 2025 no han sido las más significativas, pero sí las más difundidas; para dimensionar su alcance, entre enero y abril de 2025 fueron deportadas 43 mil personas, pero en el mismo periodo del último año de la administración Biden la cifra alcanzó los 66 mil y en el mismo lapso de 2023, los deportados fueron 92 mil.
Sin embargo, la estrategia de la Administración Trump ha desincentivado temporalmente la presencia de migrantes; el informe del Bureau of Labor Statistics, señala que la población activa nacida en el extranjero que trabaja o busca trabajo en EUA se contrajo en aproximadamente un millón de personas entre marzo y mayo.
El impacto de la pérdida de los trabajadores mexicanos en la economía estadounidense dependerá de las regiones y sectores económicos en los que estos tienen mayor presencia. Sin duda la búsqueda de acuerdos en los que se privilegie el respeto a la legalidad migratoria y el reconocimiento de su aporte laboral y económico, deberán estar presentes en el primer encuentro Sheinbaum-Trump.
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