La importancia de los pastos marinos
Por Dea Maribel Cárdenas Rojas
A medida que las actividades humanas y el crecimiento urbano se incrementan en las zonas costeras, la necesidad de soluciones de protección que no solo sean efectivas sino también sostenibles, conduce a explorar métodos basados en la eco ingeniería. Los pastos marinos pueden ofrecer una solución natural, pues estos constituyen una comunidad vegetal de amplia distribución a lo largo de las costas mexicanas. Su presencia se extiende a través de cuerpos de agua costeros templados y tropicales tales como lagunas costeras, estuarios (desembocaduras del mar o ríos) y esteros, así como en la zona costera desde el intermareal hasta el infralitoral de escasa profundidad en la zona fótica, la cual regularmente abarca hasta los 200 metros de profundidad en el agua.
El papel de las praderas de pastos marinos en el contexto del cambio climático se considera primordial, debido a sus elevadas tasas de absorción de carbono en el océano. En el ambiente marino, los pastos y las condiciones hidrodinámicas están relacionadas y son interdependientes. Las corrientes, oleaje y mareas afectan a los pastos, así como la presencia de estos modifican dichos procesos. Es decir, un parche de pastos marinos recién establecido atenúa las corrientes y disipa el oleaje, por lo que las partículas finas y orgánicas quedan atrapadas, lo cual aumenta la disponibilidad de nutrientes para estos y con ello su crecimiento se acelera y obtienen una forma más robusta. Sin embargo, la disipación del oleaje y las corrientes de gran magnitud, en presencia de pastos con una alta densidad, puede conducir a altos contenidos de sedimento orgánico, volviéndolo perjudicial para ellos.
Se ha observado en diferentes estudios que el grado de disipación de energía de los pastos marinos está directamente relacionado con la fracción de la columna de agua ocupada por la vegetación, la mayor disipación se presenta cuando la longitud del pasto ocupa más del 50% de la columna de agua. Al tener en cuenta lo anterior, se logra aprovechar el servicio ecosistémico que los pastos marinos aportan, como la protección costera a partir de la estabilización de la costa, pues al reducir las velocidades de corrientes, se reduce la erosión y mejora la deposición de partículas. Por lo tanto, los sedimentos en áreas con vegetación suelen ser más finos y con mayor materia orgánica que las áreas adyacentes sin vegetación. Además de ello, al presentarse condiciones hidrodinámicas de reposo, puede contribuir al reclutamiento de diversos organismos como crustáceos y peces.
Por lo tanto, este estudio se realizó con el objetivo de analizar la interacción de la especie Thalassia testudinum (conocida también como “hierba de tortuga”) con la hidrodinámica del oleaje, para analizar la disipación de energía por la presencia de este. Puesto que en la actualidad la mayoría de las costas mexicanas sufren de problemas de erosión, es de vital importancia conocer y comprender todas las interacciones entre los ecosistemas costeros, para proponer soluciones bajo un manejo integral costero. Debido a que el perfil de playa está en función del aporte de sedimentos y la hidrodinámica costera, al analizar las velocidades de corrientes generadas por los parches de pasto marino, es posible estimar la tasa de transporte de sedimentos en zonas donde haya presencia de pastos y con ello crear soluciones sustentables para los problemas de erosión.
Para comprender lo anterior, se realizaron 135 ensayos en un modelo físico a pequeña escala en el laboratorio de Hidráulica de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima. Ahí se representó la especie Thalassia testudinum por medio de cintas de polipropileno, pues sus características como espesor, ancho y flexibilidad representan fiablemente estos pastos marinos en el modelo y son congruentes con sus tamaños. Se midió la superficie libre y velocidades por medio de sensores de nivel y vectrinos (instrumentos utilizados para medir la velocidad de un fluido) respectivamente.
Con base en los resultados obtenidos, se concluye que el factor de los pastos marinos que tiene mayor impacto en la altura del oleaje es la longitud del parche, comparado con su densidad. Además, se registraron velocidades de corriente menores después de los parches en relación con las observadas antes de atravesarlos. Los mayores coeficientes de disipación se obtuvieron con una densidad media y cuando la altura de los pastos cubría tres cuartas partes de la columna de agua. Lo anterior sugiere que los parches marinos son efectivos para disipar la energía del oleaje, incluso bajo condiciones de tormenta. Sin embargo, es fundamental considerar las condiciones hidrodinámicas del sitio, así como las características físicas y químicas del agua, a fin de preservar el equilibrio del ecosistema.
Por último, es importante destacar que la investigación requiere ser difundida para generar conciencia social sobre la situación actual de las zonas costeras y reducir la vulnerabilidad ante riesgos costeros. Este trabajo fue presentado en el Primer Congreso Latinoamericano de Enseñanza de la Hidráulica y Sostenibilidad, realizado del 16 al 20 del 2024de diciembre y organizado por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
*Profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima
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