Hay que seguir a Chumel…
Por Rosario Gutiérrez
Hay que seguir a Chumel propone mi colega periodista, Arnoldo Delgadillo para romper el sesgo de confirmación al que todos llegamos a estar expuestos en cuanto a las noticias que consumimos.
Y es que en una realidad donde los algoritmos controlan y coartan cada vez más lo que nos llega, el dato que la agencia Reuters revela para este 2025 cobra especial relevancia, pues este nos dice que en México los medios online y las redes sociales son las principales fuentes de información a las cuales recurre la gente.
Si bien estos medios suponen que el acontecer diario esté más al alcance de todas y todos, también lo está la información tendenciosa e incluso falsa.
Pero no solo eso, los algoritmos, likes, amigos, páginas o personas que seguimos, también moldean lo que vemos en estas redes sociales, por lo que, si nuestra postura sobre un tema es una; será poco probable que mediante estas plataformas se nos sugiera información contraria a nuestros intereses o creencias, por lo que queda en nosotros buscar contrapesos.
Ante ello, Arnoldo sugería: Hay que seguir a Chumel, si es que no coincidimos con su postura, como un esfuerzo por romper el bucle del sesgo informativo.
Y es que, en muchas ocasiones, aunque el periodista tenga buenas intenciones; la línea editorial, su entorno, la coyuntura, las creencias políticas y hasta el salario pueden generar un sesgo.
De acuerdo con David Leonhardt, periodista y columnista estadounidense hay seis sesgos: Centrista, de riqueza, de novedad, liberal, conservador y una categoría donde entran aquellos como el racismo y otros prejuicios que afectan también al resto de la sociedad.
Por ello, además de seguir a Chumel, propongo que la información se consuma como lo hacemos con cualquier otro producto, por ejemplo, un alimento o una crema que vayamos a poner sobre nuestro cuerpo.
No son cosas que compremos de buenas a primeras y a ciegas, solo porque están enfrente de nosotros. Antes de consumirlos checamos un precio, comparamos con otros productos similares, consultamos una fecha de caducidad, entre otras verificaciones que llevamos a cabo para asegurarnos de llevarnos lo que requerimos y que sea lo mejor, dentro de nuestras posibilidades.
Una verificación similar cabría dentro de las noticias que consumimos, ¿quién es la fuente de la información?, ¿son datos que estén disponibles para consulta?, ¿hay más de una fuente que corrobore o hable sobre lo que se informa?, ¿hay alguna fuente oficial a la que se puede recurrir para verificar?
Si bien los medios de comunicación y periodistas deben ser responsables de lo que escriben y publican, también nosotros como consumidores debemos adoptar una cultura de cuidar aquello que leemos o escuchamos asiduamente, especialmente cuando esta información o noticias, nos forman muchas veces un criterio o postura sobre un tema o incluso afectan nuestra salud mental.
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