Miles de migrantes, en su mayoría venezolanos, han iniciado un flujo de retorno desde México hacia Sudamérica tras el endurecimiento de las políticas migratorias con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, según reportes desde Panamá, donde enfrentan la selva del Darién y altos costos para continuar por el Caribe.
En el pueblo de Miramar, costa panameña, varios migrantes esperan por una alternativa a las costosas lanchas privadas hacia Colombia. Una opción limitada han sido los traslados humanitarios como el organizado a inicios de junio por el Servicio Nacional Aeronaval de Panamá.
Marielbis Campos, venezolana de 33 años, explicó que cruzó el Darién con sus 4 hijos tras salir de Brasil en 2023. “Nos frena el mar y el dinero”, relató, tras contar que esperó más de 1 año en México por una cita del CBP-One para asilo en EUA, cancelada tras el cambio de gobierno. Denunció redadas y obstáculos migratorios incluso cuando intentaba regresar a Sudamérica.
Jesús Alfredo Aristigueta, otro venezolano, contó que fue secuestrado en México tras cruzar desde Guatemala. Relató hacinamiento y extorsión en casas de seguridad. Tras su fallido intento de ingresar a EUA, lamentó la ausencia de apoyos para retornar: “Ahora que el migrante verdaderamente necesita esas ayudas… no contamos con ellas”.Según datos oficiales panameños, al menos 12,730 migrantes han cruzado de norte a sur desde noviembre de 2024, el 94 % de ellos venezolanos. El flujo descendió de 3,013 personas en abril a 1,779 en junio, aunque preocupa el repunte de salidas hacia el sur, señaló el presidente panameño José Raúl Mulino.

