Por Adalberto Carvajal
Menos gasto
Pese a la acusación reiterada de ser un gobierno que ataca a la prensa y, con ello, reprime la libertad de expresión, la verdadera agresión de López Obrador a los medios corporativos fue recortar el flujo de recursos públicos y el tráfico de influencias del que gozaban los magnates de la comunicación y sus voces o plumas más representativas.
Ese es el fondo. La forma consiste en confrontar casi todos los días en la mañanera la información negativa de su gobierno y las opiniones contrarias al proyecto de la 4T, con el argumento de que AMLO está ejerciendo su derecho de réplica y que quienes las publican están al servicio de los conservadores.
El tema del dinero es crucial. Según reveló Sin Embargo el 12 de junio de 2023, “de 2019 a 2022 el gobierno de México ha pagado a medios de comunicación un total de 10,085 millones 670 mil 199 pesos a cambio de publicidad oficial”, una cifra que dista mucho de lo que gastó Enrique Peña Nieto en el mismo lapso.
La administración de Andrés Manuel López Obrador ha gastado el equivalente al 27% de lo que su antecesor había erogado al terminar su cuarto año de gobierno: para 2016 el gasto de comunicación social ascendió a 36,262 millones de pesos.
Reducir el dinero para medios de comunicación fue uno de los 100 compromisos que estableció AMLO el uno de diciembre de 2018. En el punto 39 puede leerse: “se reducirá en 50% el gasto de publicidad del gobierno”. Pero en la revisión anual de las cifras oficiales, el presupuesto no sólo se redujo a la mitad, sino que ha venido decreciendo año con año. De 2019 a 2022, por ejemplo, disminuyó en un 61%, cita Sin Embargo.
Para los mismos
Es menos dinero, para casi los mismos empero, critica el portal que dirige Alejandro Páez Varela. “El dinero del gobierno destinado a la promoción de las campañas gubernamentales guarda un vicio que trasciende a Peña Nieto. Los gobiernos han utilizado esta partida para beneficiar a un puñado de medios y ese vicio se repite en la actual administración”.
Datos de la Secretaría de la Función Pública muestran que el 48% del dinero quedó repartido entre sólo 10 de una lista de 778 medios de comunicación. En 4 años, esa decena de medios han recibido en continuo 4,907 millones 379 mil 989 pesos. Y la lista de televisoras, medios impresos y estaciones radiofónicas ha cambiado poco o nada de 2019 a 2022.
Como en la administración anterior, la lista es encabezada por Televisa, cuyo presidente es Emilio Azcárraga Jean, seguida de Televisión Azteca de Ricardo Salinas Pliego. En el quinto lugar está Radio Fórmula y en el sexto Telefórmula, ambas encabezadas por Rogerio Azcárraga Madero. En el séptimo Milenio Diario, del Grupo Multimedios propiedad de la regiomontana familia González.
Lo interesante es que el favor presidencial haya incluido en la lista a lo largo de estos 4 años a medios con los que López Obrador “guarda cercanías y afinidades”, como el periódico La Jornada que figura en el tercer lugar.
Otro medio consentido es la Organización Editorial Acuario, ubicada en octavo lugar. Pertenece al Grupo Cantón de Miguel Cantón Zetina. Edita el Diario Basta y los periódicos Tabasco Hoy, Quintana Roo Hoy y Campeche Hoy. El puesto número 9 lo ocupa Centro de Cultura Nuestra América que publica el diario Por Esto! en Yucatán, con ediciones impresas en Campeche y Quintana Roo. Es propiedad de Mario R. Menéndez Rodríguez.
En el cuarto puesto figura Medios Masivos Mexicanos, una agencia de representación de impresos, radiodifusoras, medios online y publicidad exterior. Y en el décimo Edición y Publicidad de Medios de los Estados que, como la anterior, aglutina una cantidad diversa de medios.
Semanario mensual
Todas las empresas que no figuran en esta lista se han dicho afectadas por una política de comunicación social que mantuvo los criterios de los sexenios anteriores: contratar la publicidad con los medios de mayor audiencia y ayudar a los amigos.
La revista Proceso, por ejemplo, en un editorial reciente enfatizaba las dificultades económicas que atraviesa por no contar con publicidad oficial. En entrevista con Julio Hernández López durante la emisión del 19 de junio de 2023 del noticiero Astillero Informa, el director Jorge Carrasco culpó al Gobierno Federal de causar indirecta, cuando no directamente, la crisis financiera que enfrenta el medio fundado en 1976.
El semanario anunció que, en adelante, la edición impresa será mensual y que la redacción concentrará sus esfuerzos informativos en la versión digital. En “una revista histórica como Proceso” para cuyos lectores “era casi de religiosidad política y cívica adquirir y leer la revista”, comenta Julio Astillero, que pase a ser mensual ¿es un fracaso?
“Es una adaptación al mercado”, responde Carrasco Araizaga. “El mercado de los impresos en todo el mundo ha declinado de manera importante, baja la circulación y esa tendencia significa una disminución en los ingresos de los medios”.
Para una publicación independiente como Proceso que depende únicamente de sus ventas, la contracción en el mercado de impresos tiene un gran impacto. Por otro lado, la industria periodística en el mundo se orienta hacia lo digital porque del internet está obteniendo sus mayores ingresos por publicidad.
Proceso apestado
¿Ha afectado a Proceso el constante y adverso señalamiento que, desde las mañaneras, le hace a la revista el presidente López Obrador?, pregunta Astillero.
“Es un factor que no debemos dejar de lado. Que el poder político esté permanentemente señalando a un medio con el ánimo de pegar en la credibilidad y desacreditar el trabajo periodístico, puede generar un ambiente contrario en ciertos sectores.
“Pero también es cierto que, en un país polarizado, cada quien escucha lo que quiere escuchar. Y frente a esta crítica que desde la Presidencia dice que Proceso ya no es lo mismo, está la otra visión, la del reconocimiento a la revista precisamente por haber mantenido la línea editorial de toda su vida”.
Un elemento que “sí nos mueve a esta decisión”, es la piratería. A muchos lectores les llega hoy la revista por vías que no implican costo, tales como las copias en PDF distribuidas por WhatsApp.
“El mejor incentivo para dejar de comprar es recibirla gratis. Ni siquiera tienes que buscarla, llega al teléfono. Y en los análisis forenses que hicimos encontramos que muchas dependencias de gobierno hacen circular de manera ilegal nuestra revista. Para un medio que vive de sus ventas, que la piratería venga de las oficinas de gobierno atenta contra la estabilidad económica de la empresa.” Sin embargo, Carrasco no quiso revelar todavía cuáles son las oficinas de gobierno que detectaron esos estudios.
Hermanos Zavala
Antiguos lectores de Proceso explican que dejaron de comprar la revista porque se derechizó. Como efecto de la relación conyugal de María Scherer Ibarra con Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, hermano de Margarita la esposa de Felipe Calderón, ¿se empanizó la línea editorial?, pregunta Julio Astillero.
“No ha cambiado en absoluto la línea editorial. Proceso nació como resultado de una agresión desde el poder. Eso nos definió desde un principio a hacer la revisión de los actos de poder. Lo hicimos con los gobiernos del PRI, los del PAN y con este gobierno.
“Sin embargo, el discurso desde Palacio Nacional es que Proceso ya no es lo de antes, que se derechizó. A partir de una relación conyugal infieren un giro en la línea editorial, pero los lectores de muchos años han visto siempre esta revisión de los actos de poder.”
“Las decisiones editoriales las tomamos los periodistas tanto en el semanario como en la versión digital. María forma parte del Consejo de Administración como representante de la familia Scherer”. Junto a los hijos de dos de los fundadores, Julio Scherer García y Vicente Leñero, tiene también un asiento “mi antecesor Rafael Rodríguez Castañeda. Pero ninguno de ellos interviene en la línea editorial. Los temas que cubrimos y cómo los publicamos, lo decidimos los periodistas”.
“Basta con revisar este tramo del actual gobierno y compararlo con los anteriores gobiernos, para darse cuenta que nosotros seguimos revisando los actos de poder, tanto del formal como de los poderes fácticos. En ese sentido, el tema de seguridad ha sido una de nuestras fortalezas editoriales.”
Dueños sin mando
Ante la insistencia de los lectores en el chat, Carrasco reiteró que Juan Ignacio Zavala no tiene participación accionaria, directiva o editorial de ningún tipo. No influye en la confección del semanario. Es más, “yo ni lo conozco. Jamás se ha parado en Proceso”.
Para Astillero es difícil imaginar que ninguno de los dueños de Comunicación e Información, S. A. (CISA), siendo además periodistas María Scherer, Estela Leñero o Rafael Rodríguez, trate de sugerir temas y abordamientos. Pero Carrasco lo niega describiendo las rutinas de producción como han sido hasta ahora:
“Los lunes temprano tengo reunión con mi equipo editorial: revisamos la edición pasada, lo que publicamos y cómo lo publicamos, dónde estuvieron los errores, qué pudimos haber mejorado y qué aciertos tuvimos. Luego definimos la agenda del siguiente número o lo que publicaremos en digital.
“Es difícil entender que los accionistas no decidan, pero esa es justamente la riqueza de Proceso: ser independiente incluso de sus dueños. Cuando Julio Scherer Ibarra era consejero jurídico de la Presidencia de la República, publicamos temas en relación con su desempeño y lo que hacíamos con él es lo que hacemos con los demás: preguntarle para que diera su versión.”
Sobrevivirá
¿Cómo alterará el trabajo de Proceso su nueva periodicidad?, pregunta un viejo reportero de diario que ahora publica una columna 5 días a la semana. Pensar un asunto que pueda estar vigente dentro de un mes debe ser muy difícil, dice Julio Astillero. ¿En los estudios de mercado figura la posibilidad de que desaparezca la versión impresa?
“Existe la inquietud entre los compañeros, pero en la casa editorial tenemos claro que, si bien el mercado de los impresos va de salida, permanece todavía una cuota de anunciantes y un sector de ventas seguro. El impreso mensual es un producto que podremos sostener en el tiempo, pero al reducirse el mercado los ingresos ya no serán los mismos. Lo mismo está pasando en la industria periodística del mundo.
“No sé si es justo o injusto. Proceso ha sido clave para entender la vida política del país, en el último medio siglo jugó un papel determinante en la defensa de la libertad de expresión. En cuanto a la solidaridad de los lectores, “y hablo en general de los medios, la prensa en México necesita más acompañamiento de la sociedad”. Hay razones válidas para distanciarse de los medios, pero están siendo abandonados por sus audiencias.
“Hicimos una campaña apelando a los lectores para que dejaran de distribuir de manera ilegal en PDF nuestro producto, no sólo porque afecta los ingresos de la revista sino porque lastima directamente la economía de las familias de quienes trabajamos aquí”, señala Carrasco dejando entrever que el llamado no funcionó.
“Es injusto lo que le está pasando a Proceso dada su contribución a la vida pública: a la transparencia, la rendición de cuentas y, en última instancia, a la democratización del país. Pero es también una situación de mercado. Han cambiado de manera significativa los hábitos de consumo. Nuestros lectores han sido tradicionalmente personas de 30 años hacia arriba y, en las generaciones anteriores, a esa edad se incorporaban como compradores del ejemplar: iban a buscarlo al puesto de revistas o se suscribían. Hoy los treintañeros ya no leen impresos, son lectores nativodigitales y tenemos que responder a ellos.
Nos lo merecemos
En pleno torbellino de lo digital, la sociedad padece un periodismo plagado de imprecisiones, exageraciones y, a veces, amarillismo. ¿No se merece esta sociedad mexicana tan polarizada un periodismo como el de Proceso?
“Definitivamente, la sociedad mexicana merece un periodismo con rigor, profesionalismo y profundidad; que explique qué está pasando y no se vaya con el ruido enorme de las redes. Ahora las posibilidades de información son casi infinitas, cualquiera difunde información, pero los medios tenemos que hacer la labor de poner en perspectiva las cosas, de explicar y hasta enfriar lo que está circulando.
“Los medios tenemos recursos para hacerlo y, en última instancia, una sociedad como la mexicana en plena búsqueda de rumbo merece un medio que esté participando constantemente en las tareas de rendición de cuentas y de transparencia, sin importar el color del partido en el poder. Lo que tiene que hacer la prensa en general es buscarle nuevos propósitos a un Estado moderno.”
Finalmente, Jorge Carrasco explica que Proceso no va a recortar personal. “Estamos reacomodando, viendo cómo redirigir los esfuerzos del impreso al digital. Desde hace un buen rato se están haciendo adaptaciones en términos de nuevas funciones. Trataremos de mantener la plantilla como la hemos conservado en los últimos años”.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com
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