La jornada “ReforestAcción: Por amor a La Villa planta un árbol”, organizada por el Voluntariado de la Universidad de Colima y el Ayuntamiento de Villa de Álvarez, tiene un mayor significado que solo colocar 115 árboles en el camellón de la vialidad cercana al Hospital Materno Infantil. Se trata de un acto simbólico y profundamente significativo que enlaza la responsabilidad ambiental con el compromiso social de nuestras instituciones.
En un tiempo en el que la deforestación, cambio climático y pérdida de biodiversidad se hacen sentir con fuerza, esas iniciativas nos recuerdan que la comunidad puede y debe ser protagonista en la construcción de un entorno más sano y habitable.
Los árboles sembrados -coral, pingüica, cacahuanancha y guayabillo- no solo aportarán sombra, oxígeno y frescura, sino que también representan un legado de esperanza y un llamado a la conciencia colectiva.
Las palabras de Blanca Liliana Díaz Vázquez, presidenta del Voluntariado UdeC, resuenan como guía: reforestar no es únicamente plantar, es sembrar vida y vínculos comunitarios que trascienden generaciones.
El reconocimiento de la presidenta municipal Tey Gutiérrez, subraya la importancia de sumar esfuerzos, porque los retos ambientales, como la pérdida de árboles durante cada temporal de lluvia, no se enfrentan en soledad.
La Universidad de Colima, a través de su Voluntariado, se ha convertido en un motor de cambio que articula educación, sostenibilidad y participación ciudadana. Lograr sembrar más de 10 mil árboles en este ciclo escolar es un compromiso ético con el planeta.
Sembrar un árbol es, en esencia, sembrar futuro.

