El índice de precios al consumo (IPC) en Japón subió un 3.1% interanual en agosto, principalmente por el encarecimiento de los alimentos, según los datos publicados este viernes por el Ministerio del Interior y Comunicaciones.
El índice, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad, marcó en el octavo mes de 2023 su decimocuarto mes consecutivo de incremento y se situó por encima del objetivo inflacionario del 2% del Banco de Japón (BoJ) por decimoséptimo mes.
El incremento de agosto viene precedido de otra subida del 3.1% interanual en julio y del 3.3% en junio.
El aumento del IPC de agosto viene marcado principalmente por el encarecimiento de los alimentos no frescos, del 9.2% interanual, donde destaca la subida de precios del 21.4% entre los alimentos de primera necesidad como los huevos o la leche, con respecto al año anterior.
Los precios de la ropa y el calzado aumentaron en agosto un 4.4%, el de las actividades vinculadas a la cultura y el ocio subieron un 5%, y el de las comunicaciones otro 5%.
En comparación con los meses precedentes, los costos energéticos en el país se redujeron un 12.3% interanual, gracias sobre todo a una depreciación del 20.9% de la electricidad, mientras que el precio del gas se redujo un 9.5%.
La inflación subyacente, que excluye el precio de los alimentos frescos y de la energía, aumentó un 4.3% con respecto al año previo, enlazando una nueva subida tras situarse en el 4.3% en julio.
El banco central japonés, que viene resistiéndose a subir los tipos de interés, está poniendo especial énfasis en la importancia que la inflación subyacente tiene a la hora de indicar cuál es la presión inflacionaria real que está experimentando la tercera economía mundial, sobre todo la derivada de la demanda.