Tras 11 años de que los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado Guerrero, desaparecieran de manera forzada por elementos del Ejército mexicano, miles de personas, entre ellos los padres de los jóvenes, salieron a las calles de la capital del país para pedir justicia sobre uno de los casos más conocidos de violaciones de derechos humanos en México.
Bajo la lluvia, miles de personas partieron a las 4:30 de la tarde desde el emblemático Ángel de la Independencia, ubicado sobre Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, hacia un amurallado Zócalo con la consigna emblemática “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
“Para nosotros no es un día especial, es un día como otro. Es vivir el dolor”, dijo a EFE, Mario González, padre de uno de los jóvenes desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014.
Los 4 kilómetros de la marcha, acompañada de efectivos de policía y bomberos, iniciaron de manera pacífica pese a los hechos violentos ocurridos en la jornada pasada, en la que los manifestantes quemaron un camión frente a la puerta de un campo del Ejército mexicano.

Sobre esos actos, González cuestionó: “¿Es eso violencia? Entonces, ¿cómo se llama a desaparecer a 43 normalistas? (…) Violencia es no dar con la verdad, no dar el paradero de esos 43 normalistas y tener a 43 familias sufriendo lo inimaginable. Eso es violencia”.
A mitad del trayecto, frente al antimonumento instalado por las familias, los manifestantes pasaron lista, pronunciando uno a uno los nombres de los desaparecidos mientras clamaban “¡justicia!”.
Al llegar al Zócalo, la plancha más grande del país, grupos anarquistas vandalizaron negocios, lanzaron petardos e incluso bombas molotov, informó la policía local a EFE.
Demandas de los familiares
Mientras que en el otro extremo de la plaza, las familias de los estudiantes, de manera pacífica, solicitaban la entrega por parte del Ejército mexicano de los 800 folios que, según ellos, contienen información sobre lo ocurrido aquella noche.
Al igual que la exigencia de que el Centro Nacional de Inteligencia participe en la investigación para resolver el caso, reclamó el portavoz de las familias, Melitón Ortega.
“Nosotros lo único que queremos es saber qué pasó realmente el 26 de septiembre”, expresó con rabia González.
Además de las familias y los estudiantes, cientos de jóvenes de la capital participaron en la protesta señalando que, once años después, estaban allí “para mantener viva la memoria de los 43 y, sobre todo, para que hagamos conciencia”.
“Es importante que empecemos a alzar la voz de nuevo, no podemos seguir permitiendo que el Estado nos siga reprimiendo. Si seguimos callados van a volver a pasar este tipo de sucesos (…) Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, afirmó, Itai Paulina, de 22 años.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha prometido desde el inicio de su gobierno “nuevas líneas de investigación” que ayuden a saber el paradero de los estudiantes.
Para Ortega, la mandataria es quien podrá “cerrar una herida que no se ha cerrado, que sigue abierta”.
En el marco de este aniversario, los manifestantes han alzado su voz desde el 17 de septiembre, y será esta marcha con la que concluirá su jornada, aunque exclamaron que seguirán saliendo a las calles cada día 26 del mes en Ayotzinapa para exigir justicia.

