Vie. Dic 5th, 2025

COLUMNA: La semilla en el surco jurídico

Por Redacción Oct23,2025 #Opinión

Más que una obligación; Un derecho y una necesidad social

Por Oscar Daniel Arellano Delgado*

La existencia de una obligatoriedad educativa impuesta por México y la mayoría de los países del mundo no surgió por mera casualidad, sino por la creciente necesidad de formar una población capaz de satisfacer y ejercer oficios en pro de la comunidad, así como también la generación de ingresos y un constante desarrollo en las múltiples artes, carreras, profesiones y oficios.

La educación es vista (incluso a veces por los mismos alumnos) como una actividad “de segunda opción o por de mientras”, por no ser atractiva para las personas quienes la cursan, por no considerarse importante o hasta por una situación complicada dentro del núcleo familiar. Son muchos los factores que a lo largo del tiempo, han formado una visión distinta de los fines de la educación, los cuales no solo consisten en encerrar a un grupo de jóvenes dentro de un salón para oír recitales de conceptos y términos nuevos, sino que el verdadero enfoque de tantos años de preparación es brindar un futuro más claro (la mayoría de las veces) y abrir las puertas a los individuos a una vida tranquila y sin carencias.

Los jóvenes aspiran a valerse por sí mismos, así como los adultos desean el mejor futuro para quienes protegen, es por ello que resulta importante que desde la infancia se promueva la formaciónbásica,mediasuperiorysuperior(lascualesestánincluídasdentrodelderechoala educación), esto para que se reflexione y se entienda que la educación es un puente hacia varios caminos queapartedeofrecersalariosdignosparasolventarotrasnecesidadesdevida, no representan un desgaste ni esfuerzo extremo para vivir plena y tranquilamente.

Cabe mencionar que vivimos en una sociedad creciente, un espacio donde día con día aumentan las personas que comparten una misma zona y “compiten” por ejercer una labor, situación que está condicionada por las aptitudes que los empleadores tengan en cuenta para ofrecer sus vacantes, mismas que ante una mejor preparación, estudios y conocimientos serán accesibles sólo para quienes hayan adquirido lo mínimo necesario (o más) requerido en las ofertas de trabajo. Es decir: Ante una mejor preparación, es más probable un mejor futuro.

Claro que no es un regla general, ni una afirmativa a la creencia de que la educación asegura el ejercicio laboral, solo es una apertura de posibilidades de crecimiento, las cuales evitan el estancamiento del individuo que cumpla con los perfiles deseables de los empleadores ante el que no cuenta con lo necesario para competir codo a codo contra quienes llevan una ventaja no sólo curricular, sino también de conocimientos, contactos y preparación.

Prepararnos académicamente podrá verse tedioso, cansado o hasta innecesario, pero será aún peor el crecer y comprender que todo lo que nos da comida, salud, solvencia y tranquilidad se vuelve cada vez más inalcanzable por abandonar esta necesidad. Como señalaba Carlos fuentes, palabras más palabras menos, la educación puede de algún modo otorgar la posibilidad de movilidad social de manera legítima y honesta, pero sin ella es seguro que no.

Cuando hablo de educación me refiero a la educación formal e informal. la de la vida.

*Estudiante del quinto semestre de la Facultad de Derecho. Miembro del “Semillero de Formación de Jóvenes en Investigación Jurídica” coordinado por el Dr. Amado Ceballos Valdovinos.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

Autor

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *