Desde la perspectiva de la Universidad de Colima (UdeC), la reciente entrega del Premio Peña Colorada vuelve a recordarnos que el mérito académico sigue siendo uno de los pilares más sólidos para construir un mejor futuro. No se trata solo de un reconocimiento individual: es la celebración de un modelo de colaboración que, durante más de 5 décadas, ha puesto en el centro a las y los estudiantes de nuestra institución.
Este año, 86 universitarias y universitarios (50 mujeres y 36 hombres) fueron protagonistas de la edición número 51 de ese galardón, en una ceremonia que llenó de orgullo el Teatro Universitario “Coronel Pedro Torres Ortiz”.
Sus historias personales, marcadas por la disciplina, constancia y pasión por aprender, representan la esencia misma del espíritu universitario. Como lo expresó el Rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, detrás de cada diploma hay “una decisión de asumir el estudio con seriedad”, una convicción que coincide plenamente con la misión de la UdeC: ofrecer una educación integral, pertinente y de excelencia.
Sabemos que el Premio Peña Colorada nos impulsa a reafirmar la ejemplar alianza entre la Universidad de Colima, la empresa Peña Colorada y la sociedad colimense. Desde 1975 hasta hoy, esa colaboración ha permitido entregar 2,534 galardones, convirtiéndolo en una tradición que honra el talento y que, al mismo tiempo, impulsa el desarrollo económico, académico y social de la región.
En un contexto en el que las universidades están llamadas a fortalecer sus vínculos con el sector productivo, esa relación demuestra que es posible construir puentes que beneficien a todas las partes: la empresa Peña Colorada reconoce y estimula el valor del conocimiento, la UdeC fortalece su misión formativa y la sociedad colimense recibe profesionistas mejor preparados para contribuir al progreso de la entidad.

