Vie. Dic 5th, 2025

COLUMNA: 360 meridianos

Por Redacción Nov25,2025 #Opinión

Ucrania y el desafío global del reclutamiento transnacional

Por Aylen Peregrina Vargas

Entre los meridianos 30° y 40° Este, donde se extiende gran parte del territorio ucraniano, un conflicto armado que lleva casi tres años parece acercarse a su término. El 21 de noviembre, Estados Unidos presentó un plan de paz para poner fin a la guerra en Ucrania. La nueva propuesta incluye medidas como el reconocimiento de facto de territorios orientales (Donetsk, Lugansk y Crimea), la prohibición de que Ucrania ingrese a la OTAN y la reducción de su ejército a unos 600 mil efectivos. También se plantea un marco de seguridad garantizado por Estados Unidos, junto con un mecanismo de supervisión para asegurar el cumplimiento de lo pactado (1).

Sin embargo, en el debate público sobre el posible avance de este plan, ha recibido menos atención la participación de combatientes provenientes de otros países que se han incorporado a ambos bandos. Aunque este fenómeno ha sido documentado por diversas investigaciones y reportes periodísticos, rara vez ocupa un lugar prioritario en las discusiones políticas y mediáticas. Su relevancia no es menor, la presencia de contingentes extranjeros introduce dinámicas adicionales en materia de seguridad, gobernanza y cooperación. Y aunque la participación de combatientes extranjeros no es un fenómeno exclusivo de la guerra en Ucrania, este conflicto podría sentar un precedente relevante para el desarrollo de mecanismos de prevención y regulación de estas prácticas en el futuro.

Diversas estimaciones señalan que más de 18 mil personas han sido incorporadas a las fuerzas rusas, ya sea de manera voluntaria o a través de mecanismos de presión económica y contractual (2). Entre estos contingentes destaca el caso de Nepal, donde la precariedad socioeconómica ha motivado la salida de aproximadamente 2 mil hombres, muchos de los cuales se encuentran ahora en situaciones de alta vulnerabilidad y buscan vías para regresar. A esta dinámica se suma la incorporación de ciudadanos africanos, de acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, más de 1,400 personas provenientes de 36 países africanos estarían combatiendo del lado ruso, en ocasiones mediante contratos militares que según autoridades ucranianas, presentan riesgos significativos para su integridad y retorno (3).

Por su parte, el reclutamiento asociado a Ucrania también ha generado flujos transnacionales relevantes. La convocatoria inicial del gobierno ucraniano para integrar la llamada Legión Internacional atrajo a exmilitares con experiencia previa, particularmente de América. En países como Colombia, las autoridades han manifestado preocupación por la participación de sus nacionales, señalando el alto costo humano que enfrentan: 57 colombianos habrían muerto y otros 77 estarían desaparecidos. En conjunto, estos casos muestran que la movilización de personas hacia la guerra constituye un fenómeno complejo, con implicaciones tanto para los Estados que los envían como para los que los reciben, y que demanda una atención más sistemática en los debates sobre seguridad internacional (4).

La participación de combatientes extranjeros en conflictos armados no es un fenómeno novedoso. A lo largo de la historia, distintos ejércitos han recurrido a mercenarios, voluntarios internacionales o fuerzas auxiliares para suplir capacidades y sostener campañas militares prolongadas. Lo que sí ha cambiado es el contexto que facilita su reclutamiento: la globalización, la mayor movilidad transfronteriza, el incremento de la desigualdad, y la capacidad de las redes sociales para difundir narrativas que enmarcan la participación en guerras ajenas como una alternativa económica o como una causa legítima. En este contexto contemporáneo, la figura del combatiente extranjero adquiere nuevas dimensiones, combinando motivaciones económicas, aspiraciones de movilidad social y circuitos digitales de reclutamiento que actúan con rapidez y opacidad.

La participación de contingentes extranjeros también proyecta efectos que trascienden el campo de batalla. En muchos casos, quienes regresan a sus países de origen lo hacen portando conocimientos tácticos, entrenamiento especializado y experiencias de combate que pueden ser capitalizados tanto por organizaciones criminales como por grupos armados no estatales. Esto crea riesgos adicionales para los Estados receptores, que pueden enfrentar un fortalecimiento de actores violentos locales y una erosión del monopolio estatal del uso legítimo de la fuerza.

Por otro lado, la situación jurídica de estos combatientes extranjeros es heterogénea y, en muchos casos, difícil de determinar con precisión. Dependiendo del tipo de reclutamiento, del estatus que otorga cada ejército y de las condiciones de captura, algunos pueden ser reconocidos como combatientes regulares bajo las Convenciones de Ginebra, mientras que otros quedan en categorías ambiguas, especialmente cuando participan mediante contratos privados o a través de intermediarios. Esta diversidad de circunstancias ha sido señalada por distintos mecanismos de Naciones Unidas, que advierten la necesidad de que los Estados involucrados aclaren los marcos jurídicos aplicables, garanticen la protección humanitaria de todos los individuos reclutados y establezcan procedimientos para el retorno, la repatriación de cuerpos y la búsqueda de personas desaparecidas. Sin estos mecanismos, el riesgo es que miles de combatientes extranjeros queden atrapados en vacíos de protección que amplifican la vulnerabilidad de sus familias y obstaculizan las responsabilidades estatales.

Si algo muestra la guerra en Ucrania es que los conflictos contemporáneos ya no se libran únicamente entre Estados, sino entre redes humanas que atraviesan fronteras y que responden a incentivos económicos, tecnológicos y políticos profundamente interconectados. Ignorar la presencia de combatientes extranjeros significa pasar por alto una de las transformaciones más significativas del paisaje bélico actual. Abordarla no implica solo discutir responsabilidades estatales, sino asumir que la protección de quienes participan es parte de una agenda internacional que sigue incompleta.

  1. Chance, M., & Walsh, N. P. (2025). ¿Qué dice la propuesta de paz de 28 puntos para Ucrania? CNN. https://cnnespanol.cnn.com/2025/11/21/mundo/propuesta-paz-28-puntos-ucrania-trax
  2.  Rfi. (2025). Cerca de 18.000 extranjeros reclutados voluntaria o forzosamente en el ejército ruso. RFI. https://www.rfi.fr/es/europa/20251118-cerca-de-18-000-extranjeros-reclutados-voluntaria-o-forzosamente-en-el-ej%C3%A9rcito-ruso
  3. Lee, D. D. (2025). Ukraine says over 1,400 Africans recruited to fight for Russia in war. Al Jazeera. https://www.aljazeera.com/news/2025/11/8/ukraines-fm-says-over-1400-africans-recruited-to-fight-for-russia-in-war?utm
  4. Sokolova-Stekh, H. (2024). Cómo Rusia recluta extranjeros para la guerra en Ucrania. dw.com. https://www.dw.com/es/c%C3%B3mo-rusia-recluta-extranjeros-pobres-para-la-guerra-en-ucrania/a-70009862
  5. Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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