El aumento repentino del flujo vehicular por caminos rurales de la comunidad de Caleras mantiene en alerta a sus habitantes, quienes advierten que la situación podría derivar en accidentes debido al mal estado de las vías que hoy funcionan como rutas alternas por las obras en la autopista a Manzanillo, especialmente en la zona de La Salada.
La presidenta de la Junta Municipal de Caleras, Marisol Pano, explicó que la circulación que normalmente era baja se ha multiplicado en las últimas semanas, afectando sobre todo a las familias que viven a la orilla de esos caminos. “Se ha incrementado mucho el paso de vehículos… imagínese cómo va a estar con tanto tráfico. Sí puede haber accidentes”, señaló.
De acuerdo con Pano, tanto la carretera Caleras-Madrid como el tramo El Coyote-Caleras presentan deterioros importantes que requieren atención inmediata. Indicó que, además de los baches y el desgaste del pavimento, la falta de señalización y de elementos básicos de seguridad vial agrava la peligrosidad para quienes transitan diariamente.
La situación se complica por la decisión de muchos automovilistas de utilizar la ruta de El Coyote para evitar la zona afectada en La Salada, aun cuando, reconoció, esa vía “está muy mala, en mal estado”, lo que incrementa el riesgo tanto para residentes como para quienes circulan temporalmente por la zona.
Pano advirtió que el constante paso de vehículos acelerará el deterioro de esas carreteras si no se actúa pronto. “Ahorita, con los carros que están pasando, va a quedar más dañada. Sí le falta una arregladita”, insistió.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades estatales y federales para intervenir con urgencia en esas vialidades antes de que ocurra un incidente grave, considerando el incremento extraordinario del tránsito vehicular derivado de los trabajos en la autopista.

