La Universidad de Colima (UdeC) cumplió 85 años y aunque la cifra por sí sola ya es motivo de celebración, lo que realmente nos convoca es algo más profundo: la oportunidad de reconocernos como comunidad, de mirarnos en un mismo horizonte y de recordar que nuestra institución se ha construido gracias a la entrega, trabajo y confianza de miles de universitarias y universitarios a lo largo de casi 9 décadas.
La fotografía monumental en el Estadio Olímpico Universitario es un acto simbólico de enorme fuerza. Es el momento en que estudiantes, trabajadoras y trabajadores, profesoras y profesores, egresados y jubiladas y jubilados nos reunimos para decir, sin necesidad de palabras: seguimos aquí, firmes, unidos y comprometidos con el proyecto educativo que ha transformado la vida de generaciones enteras y que ha contribuido al desarrollo social, cultural, científico y económico de Colima.
Acudir con camisa o playera blanca y pantalón azul es el reconocimiento de que todas y todos -desde quienes apenas cursan su primer semestre hasta quienes entregaron décadas de su vida laboral a la institución- formamos parte de una misma historia. El color blanco simboliza el compromiso y la transparencia con que la UdeC ha trabajado durante estos 85 años; el azul, la estabilidad y la confianza que la comunidad deposita en su Universidad.
Un aniversario no se mide únicamente por el paso del tiempo, sino por la capacidad de una institución para mantenerse vigente, cohesionada, creativa y en permanente transformación. La Universidad de Colima lo ha demostrado una y otra vez: en su crecimiento académico, en sus proyectos de vinculación, en su impulso a la cultura y al deporte, en sus políticas de transparencia y rendición de cuentas, y en su apuesta por una educación pública moderna, incluyente y pertinente.
Por eso, la foto monumental es un acto de celebración, sí, pero también de futuro. La imagen capturada será memoria y testimonio para las próximas generaciones. Muestra que, aun en un contexto de desafíos, la comunidad universitaria sigue siendo fuerte, resiliente y solidaria.
Porque celebrar a la Universidad de Colima es celebrar nuestra identidad, nuestro pasado y, sobre todo, el futuro que seguiremos construyendo juntas y juntos.
