La inteligencia artificial: una aliada silenciosa en nuestra vida cotidiana*
Por Doctora en Ciencias Erika M. Ramos Michel**
En Colima, como en muchos lugares de México, enfrentamos retos que parecen sencillos, pero que nos quitan tiempo y energía. Un maestro que busca atender a 40 alumnos; una familia que desea apoyar mejor a sus hijos; un comerciante que intenta organizar sus ventas; o una persona mayor que quiere comunicarse más fácilmente con sus seres queridos.
Lo interesante es que, aunque no siempre lo notamos, la tecnología ya está ayudándonos a resolver parte de estos problemas mediante lo que los científicos llaman inteligencia computacional: un conjunto de métodos inspirados en la forma en que las personas pensamos y aprendemos. Gracias a esta rama de la ciencia, las computadoras pueden reconocer patrones, adaptarse y tomar decisiones simples para facilitar nuestras actividades diarias.
Un ejemplo cercano está en el celular: cuando Google Maps sugiere la ruta más rápida, el correo clasifica mensajes importantes o una app de música recomienda canciones según nuestros gustos. Detrás de esas funciones hay algoritmos de aprendizaje automático (machine learning) que analizan datos para ofrecer respuestas personalizadas.
Sin embargo, las aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) van mucho más allá del entretenimiento o la comodidad. En la educación, por ejemplo, herramientas como Khanmigo, de Khan Academy, o Google Lens, que permite resolver ejercicios y ofrece explicaciones paso a paso, ayudan a que las y los estudiantes aprendan a su propio ritmo. Estas aplicaciones combinan reconocimiento de texto e inteligencia artificial para acercar el aprendizaje asistido por tecnología a cualquier persona con un teléfono móvil.
En el sector salud, la IA ayuda a detectar patrones médicos que podrían pasar desapercibidos. Aplicaciones como Ada Health orientan a los pacientes sobre posibles causas de sus síntomas, mientras que SkinVision analiza fotografías de lunares para advertir si existe riesgo de cáncer cutáneo. En lugares donde los médicos atienden a muchos pacientes, estas herramientas pueden ahorrar tiempo y mejorar la precisión de los diagnósticos.
En el comercio también hay avances impulsados por IA que facilitan la organización y aumentan la productividad. Microsoft Copilot ayuda a redactar correos o generar reportes; Notion AI estructura información y planea proyectos; y QuickBooks AI realiza cálculos de ganancias y proyecciones en segundos, lo que se traduce en decisiones más acertadas para crecer un negocio.
La inteligencia artificial también mejora la accesibilidad y la inclusión social. Seeing AI, de Microsoft, describe en voz alta lo que aparece frente a la cámara: lee textos, reconoce rostros o identifica billetes. Por su parte, Be My Eyes combina IA con la ayuda de voluntarios en línea para asistir a personas con discapacidad visual en tareas cotidianas. Aunque su funcionamiento depende de la disponibilidad de voluntarios en cada región, muestra cómo la tecnología puede tener un impacto humano directo y positivo.
En el ámbito creativo y de comunicación visual, programas como Canva Magic Studio o Adobe Firefly permiten generar diseños e imágenes en minutos, simplemente describiendo con palabras lo que se desea crear. Esto demuestra cómo la IA generativa puede producir texto, imagen o sonido nuevos a partir de ejemplos previos, transformando la manera en que trabajamos, aprendemos y nos comunicamos.
Estas innovaciones ya forman parte de nuestra vida diaria, incluso en ciudades pequeñas. Lo que muchas veces falta es información y acompañamiento para aprovecharlas. La brecha digital no solo se mide por el acceso a dispositivos, sino también por el conocimiento sobre cómo usarlos de forma responsable y productiva.
Hablar de inteligencia artificial no significa volverse experto en programación, sino reconocer que hoy existen soluciones prácticas al alcance de todos. Desde una app que traduce en tiempo real una conversación con alguien que habla otro idioma, hasta un asistente virtual que organiza nuestras tareas, la inteligencia computacional se ha convertido en una compañera silenciosa que mejora la eficiencia y la calidad de vida.
En la Universidad de Colima, a través del Cuerpo Académico de Inteligencia Artificial Aplicada, investigamos cómo acercar estas tecnologías al entorno educativo y social de nuestra región. Comprender la inteligencia artificial no es solo cuestión de expertos: es aprender a convivir con una herramienta que puede ayudarnos a vivir mejor, si la usamos con criterio y propósito. La ciencia, al fin y al cabo, tiene sentido cuando mejora la vida de las personas.
*Este texto forma parte de las líneas de investigación desarrolladas en el Cuerpo Académico UCOL-90 Inteligencia Artificial Aplicada.
**Profesora e investigadora de la Facultad de Telemática de la Universidad de Colima
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

