Por Àlex Gutiérrez
Con el peso de ser la nueva joya de la Masía a sus espaldas, Lamine Yamal (Esplugues de Llobregat, 2007), tan joven que aún lleva aparatos en los dientes y lo llevan en coche a los entrenamientos, afronta los partidos con un descaro impropio para su edad que ya le ha hecho batir récords de precocidad.
Debutó con el primer equipo del Barcelona el 29 de abril de 2023 en un partido contra el Betis de la pasada temporada y, desde entonces, ya es uno de los favoritos de la afición, que con la marcha de Dembélé, ve en Lamine el desequilibrio en la banda derecha que dejó huérfano el Mosquito.
Y es que ya empieza a ser decisivo en el conjunto dirigido por Xavi Hernández. Sin ir más lejos, su intervención en el partido contra el Sevilla -forzando un autogol de Sergio Ramos- fue imprescindible para sumar los 3 puntos en casa.
Por ello, este lunes se ha hecho oficial su primer contrato como profesional, que lo vincula al Barcelona hasta 2026, aunque agente y club ya han acordado que cuando sea mayor de edad se comprometerá 5 años más, es decir, hasta 2030.
Un niño que ya rompe récords
Aunque se le escapa el gol con el primer equipo del Barcelona, con tan solo 16 años y 81 días ya es el debutante más precoz del equipo catalán en Liga y Liga de Campeones y el debutante y goleador más joven de la selección española.
De hecho, en su debut oficial con el equipo, aún tenía edad de cadete (15 años y 290 días), es decir, que jugó en la máxima categoría del futbol español habiendo jugado tan solo 2 años y medio en campos de futbol 11, un hito que ni siquiera Messi pudo firmar.
Su próximo récord podría producirse este miércoles en el partido de Liga de Campeones contra el Oporto, en el que con 16 años y 83 días se convertiría en el goleador más joven del Barça en la máxima competencia europea.
En la tabla general, se alzaría con el segundo puesto de toda la historia de la Champions, solo superado por el delantero del Borussia Dortmund Youssoufa Moukoko (16 años y 18 días).
También tiene a tiro convertirse en el goleador más joven de toda la historia de la Liga española este sábado frente al Granada, en el que superaría por 11 días el récord que ostenta desde hace 11 años el exjugador del Málaga, Fabrice Olinga (16 años y 98 días).
Fiel a sus orígenes
Lamine empezó en el futbol en La Torreta, un club situado en la localidad de la Roca del Vallès (Barcelona) donde despuntó hasta fichar por el Barcelona aun siendo prebenjamín.
Vive en la Masía desde los 7 años y, desde entonces, ha ido quemando etapas pasando directamente del Cadete A al Juvenil A y, de ahí, al primer equipo, casi sin tener contacto alguno con el filial azulgrana de Rafa Márquez.
Es más, su debut con el Barça Atlètic tuvo lugar el pasado 6 de mayo en un partido frente al Eldense de Primera RFEF, justo una semana después de su estreno con el primer equipo.
De todos modos, es habitual verle en la grada de los partidos de sus compañeros de generación, como ocurrió en el estreno de la Youth League del Barcelona contra el Amberes, en el que animó a sus compañeros del Juvenil A.
Pese a llevar tantos años fuera de casa, tiene muy presentes sus orígenes y, por ello, cada vez que anota dibuja un “304” con sus manos, rindiendo homenaje a los tres últimos números del código postal de su barrio, Rocafonda (Mataró, Barcelona).
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