Las intensas lluvias que en gran parte de la entidad dejó el huracán Lidia, categoría 4, causaron importantes daños en la infraestructura vial, en casas, en el campo y, en el caso de la zona metropolitana de la capital del estado, en el suministro de agua potable.
La gran cantidad de lluvia que recibió la zona metropolitana durante varias horas, provocó que la red de suministro gestionada por la Comisión Intermunicipal de Agua Potable Colima y Villa de Álvarez (Ciapacov) se viera comprometida, especialmente en la zona de Zacualpan, municipio de Comala, donde se encuentran el equipo de bombas y pozos. Allí hubo daños importantes que dejaron a muchos de nuestros conciudadanos sin acceso al vital líquido.
No podemos subestimar la importancia del agua en nuestras vidas. Es un elemento fundamental, esencial para la supervivencia y el bienestar de nuestra comunidad. La magnitud de la situación, y los esfuerzos que realizó la Ciapacov para reparar los daños, nos recuerdan cuán frágil puede ser ese recurso en momentos de crisis.
Ahora, es oportuno resaltar la oportunidad que esta inclemencia nos deja para reflexionar y actuar de manera colectiva. Debemos reconocer que no podemos seguir desperdiciando agua en tiempos normales, mucho menos cuando hay escasez y mucho menos cuando la adversidad nos golpea.
El llamado es general: siempre hay que racionar y cuidar el agua, no solo como respuesta a emergencias, sino como una forma de vida sostenible. Es crucial que, como ciudadanos y ciudadanas de Colima, conscientes, tomemos medidas para conservar este precioso recurso. Debemos adoptar prácticas más eficientes en nuestros hogares, evitar el desperdicio, y educar a las generaciones actuales y futuras sobre la importancia de preservar el agua.
La conciencia hídrica es una oportunidad para demostrar nuestro compromiso con el bienestar de nuestra comunidad.