Por José Luis Picón
Pablo Picasso tuvo un potente eco en la prensa, la televisión, la fotografía, el cine, la publicidad o el cómic, que no siempre mostraron una visión positiva de su figura, y 50 años después de morir sigue inspirando incluso canciones de reguetón o de la música popular coreana K-Pop.
La Casa Natal de Picasso en Málaga (sur de España) reúne ese eco mediático en su nueva exposición temporal, incluida en los actos conmemorativos del 50 aniversario de la muerte del universal artista.
Esta muestra “es un reflejo de Picasso, pero también de la sociedad en la que vivió”, dijo este miércoles su comisario, Mario Virgilio Montañez, en la presentación.
El pintor fue “una figura plenamente artística”, pero a partir de la Guerra Civil española (1936-1939) y su compromiso con el bando republicano se convirtió también “en una figura política”, algo que se acrecentó tras la Segunda Guerra Mundial y su afiliación al Partido Comunista Francés, explicó Montañez.
Durante los años siguientes, “fue una figura omnipresente en los medios de comunicación” y se mostró como un artista “que estaba siempre sorprendiendo y siempre era polémico”.
La muestra reúne casi un centenar de piezas, de ellas 38 audiovisuales, con un recorrido que comienza en 1937 con el artículo periodístico “Media hora en el estudio de Picasso”, firmado por Georges Sadoul, quien relataba cómo asistió a la creación de la “monumental pintura mural para el pabellón español” de la Exposición de París que sería el “Guernica”.
La Casa Natal no evita la visión negativa acerca del artista, con un apartado que denomina “La leyenda negra picassiana” y que recoge testimonios desde la década de los años 50 del Siglo XX.
Por ejemplo, un texto del diario español ABC de 1958 tenía el titular “Ochocientos pies cuadrados de disparates es lo que ha pintado Picasso para la UNESCO, dice el presidente de la Royal Academy”.
La publicación francesa Le Figaro recogía en 1955 las palabras del presidente de la Academia de Bellas Artes de la URSS: “Picasso, un excelente combatiente por la paz, pero nunca un pintor”.
“¿Debemos quemar o adorar a Picasso?” se preguntaba en 1953 el periódico francés L’Aurore.
La exposición tampoco obvia la controvertida relación del artista con las mujeres, un tema que partió, como señala el comisario, de la publicación en 1964 del libro “Vida con Picasso” por parte de Françoise Gilot, una de sus compañeras.
Ese primer título dio pie, ya a finales de los 80’s, a otro libro, Picasso: creador y destructor, de Arianna Stassinopoulos Huffington, que abordaba la supuesta misoginia y egoísmo del artista, y a principios de este siglo Picasso, mi abuelo, de Marina Picasso.
“Se ha disparado con munición gruesa basándose en un conocimiento no profundo de Picasso, que nació en 1881 y al que se intenta juzgar con parámetros del Siglo XXI, y eso es alterar la historia. De ahí viene esa distorsión”, apunta al respecto Montañez.
Finalmente, a su muerte (1973), a Picasso se le reconoce unánimemente como el gran innovador que fue, indicó.
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