Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, Rector de la Universidad de Colima, siempre ha señalado en varias oportunidades y espacios, que la educación es un pilar fundamental en el desarrollo de la sociedad y que, como universitarios y universitarias, debemos ser conscientes de que ese compromiso no recae únicamente en las instituciones educativas, sino que es una tarea que involucra a toda la sociedad a la que nos debemos.
En ese sentido, es de destacar que el Rector de la UdeC resalte, tal y como lo hizo durante los actos de informes de labores de los bachilleratos 33 y 22, la necesidad de involucrar de manera más activa a las familias en la educación de las y los jóvenes.
La educación no se limita a las aulas. Sabemos que es un proceso que abarca todos los aspectos de la vida de nuestras y nuestros estudiantes. La participación de las familias desempeña un papel fundamental.
No son pocas las investigaciones que han demostrado de manera consistente que cuando las familias están involucradas en la educación de sus hijos o hijas, ellos y ellas tienen un mayor rendimiento académico, una mayor autoestima y una mayor motivación para aprender. Por eso es muy acertado el llamado del Rector para que se promueva la colaboración entre las instituciones de educación, de cualquier nivel, y las familias.
Hay que considerar programas de tutoría para padres, ofrecer talleres y recursos para que éstos puedan apoyar mejor a sus hijos en su proceso de aprendizaje, eventos de participación familiar, fomentar su asistencia a eventos académicos, culturales y deportivos; establecer canales de comunicación sólidos entre los planteles y las familias o abrir programas de voluntariado.
Al involucrar a las familias en la educación de las y los jóvenes, no solo fortalecemos el rendimiento académico, sino que también construimos una comunidad universitaria más sólida y comprometida. Buen punto, entonces, el llamado del Rector.