Mallorca y Deportivo Alavés siguen en sus 13. Tras el empate (0-0), los bermellones continúan sin ganar en Son Moix y los blanquiazules tampoco celebran triunfos lejos de Mendizorroza.
Era un choque clave para el equipo del mexicano Javier Aguirre, acuciado por la escasa diferencia de puntos que le separa del descenso.
No tenía la misma dimensión de importancia para el de Luis García Plaza, recién ascendido a Primera División, y que se va distanciando del pozo jornada tras jornada.
Las octavas tablas de la temporada -sextas en casa- dejan un mal sabor de boca en la entidad mallorquinista. Los objetivos no se cumplen y el equipo sigue sin poder despegarse de la zona baja de la tabla. El Mallorca de Aguirre no pierde, pero tampoco gana.
El punto le sabe mucho mejor al Alavés. El tercer empate como visitante entraba en los planes del conjunto de García Plaza, ovacionado en Son Moix al principio y final del partido.
Más de una lágrima derramó el técnico madrileño ante el cariño que le profesó la afición de su exequipo.
Tardó muchos minutos el Mallorca para crear ocasiones ante la portería del Alavés. Los espectadores tuvieron que esperar hasta el tramo final del primer tiempo para ver a su equipo generando oportunidades.
No empezó bien el conjunto bermellón. Nervios, errores en los pases y precipitación en los momentos clave, fueron el denominador común del grupo que dirige Aguirre.
Enfrente tuvo a un Alavés muy bien plantado sobre un terreno de juego que García Plaza conoce muy bien.
La conducción de Ander Guevara, que vio la quinta tarjeta amarilla y no jugará el sábado ante Las Palmas en Mendizorroza, y también la habilidad de Jon Guridi en el último pase, inclinaron la balanza en favor de los visitantes.
Aguirre realizó cambios en el 11 inicial. Entraron Gio González, Antonio Sánchez, Omar Mascarell y Amath Ndiayé, pero el equipo, sin Vedat Muriqi, lesionado y Dani Rodríguez, sancionado, no dio muestras de una mejoría con respecto a partidos anteriores.
Al técnico mexicano no le gustaba lo que estaba viendo y ya en el minuto 28 ordenó a Cyle Larin que calentara en la banda; en la segunda parte el canadiense sustituyó a Sánchez.
El Alavés tuvo un primer tiempo plácido. No pasó por grandes apuros con excepción de algunos minutos del tramo final, cuando el Mallorca pidió penalti por una caída de Abdón Prats en el área.
Incluso, el conjunto babazorro pudo abrir el marcador con un disparo al travesaño, rematado después por Luis Rioja con un gran zurdazo que obligó al meta Rajkovic a desviar el balón al córner.
Larin le cambió la cara al Mallorca en la reanudación. Su concurso fue decisivo para revolucionar el juego de su equipo.
El fichaje estrella del pasado verano, junto a Sergi Darder, protagonizó todas las jugadas de peligro de su equipo. Tuvo un mano a mano con el meta Sivera y no lo aprovechó. Fue otra de las ocasiones falladas por Larin, que sigue sin marcar en la Liga.
El Alavés optó por defender el empate en el tramo final. García Plaza reforzó la defensa para frenar el ataque, siempre con Larin en las jugadas de ataque más prometedoras.
El Mallorca, dominador claro, se topó con un muro. Su rival aguantó bien las embestidas y celebró un punto que le viene bien en un choque que finalizó con un encontronazo sin mayores consecuencias entre el meta Predrag Rajkovic y Rubén Duarte.