Por Narda Isabel Quezada García
“Viejo, mi querido viejo, ahora ya camina lento, como perdonando el viento;
yo soy tu sangre, mi viejo, soy tu silencio y tu tiempo”.
Mi querido viejo. Facundo Cabral.
Me gusta iniciar siempre con una pieza musical, porque me incita a expresar mi sentir, haciendo referencia a cosas importantes. Viejo, mi querido viejo, aun cuando ya no estás conmigo, siempre te recuerdo, porque soy la clara descendencia de él. Siempre vivió a mi lado, pero lamentablemente no sucede igual para todos nuestros adultos mayores. Cuando son viejos se convierten en una carga o molestia para algunas personas.
Señalo que, en los últimos años, el cambio demográfico, especialmente el envejecimiento poblacional, representan un reto para la sociedad mexicana. Al aumentar de forma sostenida la edad mediana de la población y la proporción de personas adultas mayores, aparecen retos para la atención de esta población, como cuidados, atención médica, mecanismos de inclusión, autonomía, seguridad económica, calidad de vida y bienestar.
Este reto, ya de por sí relevante, es central en las condiciones sociales prevalecientes en México, de alta pobreza, informalidad económica, precariedad salarial y carencia de cobertura de la seguridad social.
A principios de este siglo se comenzó a instrumentar en la Ciudad de México la Pensión de Adultos Mayores (PAM), con 2 características muy importantes: su universalidad y condición de derecho.
A partir de entonces, esta política comenzó a extenderse en las diversas entidades federativas y en el Gobierno federal, aunque de forma mucho más limitada, a la población rural, en pobreza, marginada y sin ser reconocida como derecho.
A partir de la llegada del actual gobierno, en el año 2018, la PAM se ha vuelto un instrumento central en su política social, se ha generalizado en el país, se estableció de carácter universal para los mayores de 65 años, se convirtió en un derecho y su monto ha incrementado significativamente. Se puede afirmar que esta pensión ha constituido uno de los ejes de la política social.
Hablo ahora de la situación que estamos viviendo en nuestro estado en Colima sobre los adultos mayores, en 2019 había 81,843 personas mayores (60 años o más). Se espera que para 2030 sea de 127,066 personas. Este grupo se compone en su mayoría de mujeres (53%), lo que indica una feminización del envejecimiento.
En el 2019, el 50% de este grupo poblacional se ubicaba en 2 municipios: Colima (29%) y Manzanillo (21%). Mientras que para el 2030 se proyecta un acentuado incremento de la población adulta mayor en Villa de Álvarez, elevando el porcentaje de su participación del 15%, que tuvimos en 2019, al 18% en 2030.
Les invito a observar las 2 siguientes tablas para que vean cómo estamos con la evolución de la población de adultos mayores en Colima:
Como podemos observar y comprobar lo expresado en líneas anteriores, Manzanillo y Colima son los 2 municipios con mayor población de personas mayores.
El objetivo del mencionado programa es mejorar la situación de protección social de toda la población adulta mayor de 65 años o más, a través de una pensión económica que hasta ahora asciende a 4,800 pesos bimestrales, entregados de manera directa sin intermediarios.
Lo que se hace mediante los Programas para el Bienestar son apoyos que el Estado mexicano tiene la obligación de cumplir; la entrega de éstos debe realizarse sin importar el gobierno o gobernantes en turno. Además, esta pensión es universal, lo que quiere decir que se entrega a todas y todos los adultos mayores que viven en México, sin importar condición social, económica, ideología y/o creencia.
Sin embargo, con esa pensión no es posible mantener a las personas de la tercera edad, al menos no para cubrir todas sus necesidades de salud y hogar.
Le pregunto: ¿convive usted con alguna persona de la tercera edad? Yo sí y amo que así sea.
REFERENCIAS: Pensión para Adultos Mayores: este importante cambio en el pago llegará en 2024 – Proceso
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.