El Festival de Cine Documental Mexicano, Zanate, cumplió 16 años con más de 6 mil asistentes a lo largo de 7 días de funciones y eventos. Del 19 al 25 de noviembre se llevó a cabo en Colima la decimosexta edición en 4 sedes oficiales: Pinacoteca Universitaria, Museo Regional de Historia, Cervecería de Colima y Museo Fernando del Paso.
Según detalla un comunicado de prensa, durante el festival hubo 2 estrenos internacionales: Huachinango Rojo, de la directora Cinthya Toledo, e Hijas del maíz, de Alfonso Gastiaburo, con sala llena en sus funciones. Estas películas eligieron a Zanate para iniciar su camino de exhibición.
Este año, el Festival Zanate tuvo más de 40 invitados de la industria cinematográfica, entre directores y directoras, jurados especializados y medios aliados enfocados en cine. Además, más de 50 estudiantes del ITESO y de la Universidad de Artes Digitales (UAD), de Guadalajara, estuvieron de visita por Colima para asistir a las actividades del festival.
En total fueron 30 funciones de acceso gratuito; 8 eventos de formación enfocados en la creación documental, y 3 fiestas: la función de medianoche en Cervecería de Colima, el concierto Docs&Rock con la artista mexico-estadounidense Darlin, y la ceremonia de clausura en la Pinacoteca Universitaria.
Como cada año, se presentó la Cerveza Zanate, una Dunkles Bock, un estilo clásico de invierno, elaborada junto a la Cervecería de Colima, con una hermosa etiqueta diseñada por Simbiosis Estudio.
La clausura del festival ocurrió la noche del 25 de noviembre donde se premiaron a los documentales ganadores en cada una de sus 4 categorías: “Don Palapo”, Premio Zanate Colima; “La tierra llama”, Premio Zanate Universitario; “Huachinango rojo”, Premio Corto-mediometraje, y “Kenya”, de la directora Gisela Delgadillo, se llevó el Gran Premio Zanate.
El jurado, conformado por la gestora cultural y exhibidora cinematográfica Virginia Rico; la montajista y editora Perlis López, y el realizador audiovisual Rodolfo Castillo-Morales, determinaron:
Premio Zanate Colima: Don Palapo, de David Emmanuel Martínez y Briseida Martínez Corona.
Por visibilizar el oficio del cuidado interespecie dentro de la ciudad; y por fomentar la concientización del cuidado animal y del medio ambiente.
Mención honorífica – Zanate Universitario: Sólo por una noche: Yesica Duvali, de Leonardo Marín Núñez.
Por dignificar la vejez en nuestro país, especialmente la de una mujer transexual.
Premio Zanate Universitario: La tierra llama, de Miguel Valdes.
Por hablar de cómo nos hemos acostumbrado a la migración, tan presente en México, desde un enfoque inverso al profundizar en lo que implica querer regresar a nuestros pueblos que día con día son abandonados.
Mención honorífica – Zanate Corto-mediometraje: Amor Ice, de Katy Araiza.
Por su planteamiento metafórico y cinematográfico de la malilla del amor, sin caer en la revictimización personal.
Premio Zanate Corto-mediometraje: Huachinango Rojo (Behua Xiñá’), de Cinthya Toledo.
Por abordar una historia necesaria de contar, con elementos formales sofisticados y lúdicos: la animación, la presencia del rojo como símbolo de la virginidad y como leitmotiv de la película. Por su inteligencia al unir el tema del ritual de la virginidad de su comunidad con el feminicidio como consecuencia.
Mención honorífica – Gran Premio Zanate: La frontera Invisible, de Mariana Flores Villalba.
Por crear una representación diferente del trabajo militar desde testimonios de soldados dedicados a cuidar una geografía bella e inhóspita.
Mención honorífica – Gran Premio Zanate: Amor fantasma, de Marusias Estrada Zepeda.
Por ser una película potente que, de forma sutil, retrata diversos temas de relevancia social como la vejez, el amor, la soledad por decisión propia y la resistencia y defensa del territorio acechado por las transnacionales.
Gran Premio Zanate – Kenya, de Gisela Delgadillo.
Un documental que logra impactar en la realidad alrededor de la directora y de las personas involucradas en este proyecto audiovisual. Porque creemos que la directora logra un acercamiento amoroso y respetuoso de una realidad vulnerada, sin caer en la revictimización de las mujeres transexuales, haciendo uso de los elementos del cine para reforzar el activismo y el extraordinario personaje que es Kenya.
El jurado hizo una mención especial a la programación de la decimosexta edición del Festival Zanate, “reconociendo su selección en extremo cuidadosa y diversa, preocupada por incluir diferentes experimentaciones formales y discursivas”.