El Benfica volvió a tropezar este viernes en la Liga portuguesa al empatar en casa con el Farense (1-1), un desenlace decepcionante para el equipo lisboeta que generó una ola de descontento entre sus aficionados.
El Benfica afrontó la decimotercera jornada de la liga dispuesto a pasar la página del empate a 0 del partido anterior y fue arrollador en la primera parte, salvo en lo que se refiere a la eficacia.
Fueron varias las ocasiones claras de gol de las “águilas” en los primeros 45 minutos, pero el balón no entraba en la portería del Farense, debido no sólo a la falta de puntería, sino también al guardameta rival, Ricardo Velho, que se lució al atajar disparos de Rafa y del argentino Ángel Di María.
Y, contra todo pronóstico, el Farense se adelantó en el 51’, cuando el brasileño Cláudio Falcão remató de cabeza un saque de esquina.
La desventaja en el marcador y la actuación del Benfica sobre el terreno de juego crearon un ambiente tenso en las gradas del Estadio da Luz, que estalló en silbidos cuando el entrenador del equipo, Roger Schmidt, hizo las primeras sustituciones.
Algunos de los aficionados más cercanos al banquillo de las “águilas” llegaron incluso a lanzar papeles y botellas de agua al técnico alemán y los jugadores suplentes tuvieron que hacer un llamamiento a la calma.
El ambiente en el coliseo lisboeta se calmó con el gol del empate en el minuto 71, obra de Rafa, que consiguió desviar al fondo de la red un pase del noruego Aursnes y restablecer la igualdad.
El Benfica sumó así su segundo empate consecutivo en el campeonato y, una jornada después de perder el liderato en favor del Sporting, podría caer al tercer puesto si el Oporto gana el sábado su partido contra el Casa Pia.
El Farense, que se incorporó a la primera división esta temporada, se coloca séptimo en la clasificación.
También este viernes, el Sporting de Braga salió victorioso ante su vecino Vizela (3-1) en un derbi de la región de Minho (norte) en el que el franco-congoleño Simon Banza fue el gran protagonista con un doblete.
Banza marcó en los minutos 15 y 56 para elevar su cuenta a 13 goles en 13 jornadas, consolidándose en el primer puesto de la tabla de artilleros de la Liga lusa.
El Vizela, equipo del distrito de Braga dirigido por el técnico español Pablo Villar, redujo distancias por mediación del también franco-congoleño Samuel Essende, pero Bruma, exjugador de la Real Sociedad, sentenció la victoria del Braga instantes antes del silbatazo final.
El resultado permite al Braga ascender provisionalmente a la tercera plaza con 29 puntos, uno más que el Oporto, mientras que el Vizela sigue en peligro, en la penúltima posición.
El campeonato portugués prosigue este sábado con los otros aspirantes al título, Sporting de Portugal y Oporto, que se enfrentan al Vitória Sport Clube y al Casa Pia, respectivamente.