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ARTÍCULO: ¡Llévele, llévele!

Por Redacción Feb1,2024 #Opinión

Por Marcial Aviña Iglesias

Mañana esos villamelones fitness, dejan de fingir lo que no son y le entran a empacarse unos calientitos tamales, es más, hasta para los veganos hay, ¡si te tocó el muñequito en la rosca o te quieres quitar el antojo! Este día 2 es el indicado, pues como todo buen mexicano de resolución enérgica y firme -así en su tercer concepto define bragado la RAE-, sabe que ya sea dulce o salado, el tamal, es una invención gastronómica que, desde su aparición en el plato, lo único que queda son las hojas de su envoltura. Por cierto, dice una mitología nacional que este platillo cuyo nombre se deriva del náhuatl tamalli, que significa “envuelto”, representa la creación del ser humano, pues la carne, que equivale a las vísceras, se recubre de masa, y en este caso representa la piel, las hojas de la envoltura son las vestimentas que lleva, el sabor de cada uno semeja al carácter de cada individuo.

Mientras que en España el Día de la Virgen de La Candelaria se celebra en las Islas Canarias con un desfile militar ante su presidente y el Rey, acá, el día 2 de febrero, se acostumbra que a quienes en su rebanada de la Rosca de Reyes les salió la figura del niño, serán los que se discutirán con la tamaliza, gracias a esta tradición, en esta fecha los parques y jardines se organizan festivales en donde se venden de todos los sabores para los gustos más refinados, es más, en la Ciudad de México, ahí donde se inventó la torta de chilaquiles, en la sabrosísima tradición de meter todo en un bolillo, crearon ese Frankenstein culinario, denominado torta de tamal o guajolota.

Entonces el Día de la Virgen de la Candelaria -por cierto, el calendario Azteca, por esa fecha coincidía con la bendición del maíz, ahí usté lector haga sus conjeturas-, mi entrañable jardín de San Pancho de Almoloyan se atiborra de vendimias, changarros, caidizos con enormes mantas que exhiben los diversos precios y gritos de: ¡llévele, llévele! Los que pertenecen a first class, pues se los comerán calientitos y hasta su guajolocombo podrán armar con el atole del sabor que prefieran, quienes pertenecen a misery class, los tendrán que degustar recalentados gracias a que el día 3 estarán a la venta con un 50% menos, ¡pero si los calientas sobre el fuego con todo y las hojas que lo envuelven, agárrate de la sabrosura!

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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