Sáb. Nov 23rd, 2024

COLUMNA: Ciencia y Futuro

Por Redacción Feb2,2024 #Opinión

Educación y pandemia: Un entorno propicio para la generación de prácticas creativas del profesorado

Por Guillermo César Vázquez González*

La pandemia de Covid-19 impactó las formas de educación que conocíamos, forzando el tránsito de la enseñanza presencial en el aula, a la enseñanza remota de emergencia con tecnologías de la información y la comunicación. Al respecto, tanto las y los docentes como las y los estudiantes tuvieron que adaptarse a las alteraciones de este nuevo ambiente, así como a desarrollar prácticas creativas para asegurar la permanencia y el aprendizaje acelerado por estas circunstancias. Es decir, la pandemia orilló principalmente al profesorado a integrar acciones creativas para garantizar la continuidad académica a pesar del confinamiento, así como construir interacciones directas con el alumnado recurriendo a métodos y recursos novedosos en función del aprendizaje remoto.

Una práctica se considera creativa en la medida en que presenta un componente significativo del grado de novedad, tanto en el acto realizado, como en el proyecto al que pertenece.  En el contexto educativo, las prácticas creativas en la enseñanza se desarrollan en función y a partir del conjunto de acciones realizadas por el o la docente para propiciar el aprendizaje en el estudiantado, formarlos integralmente y favorecer sus procesos cognoscitivos complejos, como el pensamiento crítico y la misma creatividad, entre otros. En este sentido, las prácticas creativas involucran la generación de ideas nuevas y originales para resolver problemas o situaciones y, fomentar el pensamiento crítico, así como la imaginación en el estudiantado.

En este contexto, las y los docentes utilizaron diversas estrategias creativas para garantizar la continuidad académica de la comunidad estudiantil durante la pandemia. Algunas de ellas incluyen el uso de tecnología educativa, la implementación de actividades y proyectos en línea, la creación de comunidades de aprendizaje en línea, la adaptación de materiales para la educación mediada con tecnologías, y la promoción de habilidades socioemocionales en las y en los aprendices. Además, desarrollaron prácticas innovadoras para la enseñanza y el aprendizaje, como la gamificación, el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje invertido, redes sociales, bitácoras o “blogs” y portafolios digitales, recursos educativos abiertos y foros de discusión, entre otras.

Por otra parte, el impacto de la virtualidad en el aprendizaje de las y de los estudiantes ha sido diferenciado: respecto a lo tecnológico, a la desigualdad de infraestructura que dificultó la conectividad y el cumplimiento de las actividades académicas y, referente a los métodos y experiencias de aprendizaje, el alumnado también tuvo que adaptarse a nuevas formas de aprendizaje, por lo que desarrolló habilidades digitales y de autogestión del aprendizaje, asimismo, resolvió aspectos logísticos, como compartir equipo de cómputo con otras personas integrantes de sus familias y arreglárselas para contar con espacio idóneo para el estudio en casa, principalmente. Por otra parte, las y los estudiantes encontraron beneficios en la educación remota, como la flexibilidad de horarios y la posibilidad de aprender a su propio ritmo. Sin embargo, también se reportaron dificultades socioemocionales, como la falta de interacción social y la sensación de aislamiento. En general, la adaptación de las y de los alumnos a la enseñanza remota de emergencia fue un proceso desafiante, pero también presentó oportunidades para el desarrollo de nuevas habilidades, competencias y acciones creativas.

Tanto docentes como estudiantes utilizaron diversas herramientas tecnológicas para la educación remota de emergencia. Entre ellas, las plataformas de videoconferencia como Zoom, Google Meet, Microsoft Teams, entre otras. Asimismo, recurrieron a redes sociales como YouTube, TikTok, Instagram, WhatsApp y Facebook para compartir material audiovisual y recursos educativos. Además, utilizaron plataformas multimedia como Netflix y Spotify para complementar el aprendizaje. Las y los docentes también utilizaron aplicaciones y programas de edición de video para crear contenido educativo, y aplicaciones para el material gráfico como Canvas y Genially para infografías e imágenes interactivas. Finalmente, las y los docentes y las y los estudiantes utilizaron una gran variedad de herramientas tecnológicas y procesos creativos para adaptarse a la educación remota de emergencia y garantizar la continuidad académica y las metas de aprendizaje durante la pandemia.

El presente ensayo es producto de una revisión documental y está publicado en la revista Interpretextos de publicación semestral, de carácter académico y creativo, editada por la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima.: http://ww.ucol.mx/interpretextos/resultados.php?idarti=527

*Académico adscrito a la Dirección General de Desarrollo del Personal Académico y a la Facultad de Enfermería de la Universidad de Colima.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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