Por Maestra Ruth Holtz
Todos anhelamos realizar los deseos de nuestro corazón. Los descubrimientos acerca de que el corazón rige al cerebro, que tiene un mini-cerebro y puede activar el sistema nervioso autónomo de manera independiente del cerebro, nos podría hacer pensar que seguir nuestro corazón sería lo que nos haría felices.
¿Podemos confiar en que lo que nace de nuestro corazón es lo correcto? En psicoterapia atendemos a muchas personas que traen el “corazón herido”. Si bien, dice Saint Exupèry que “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”, todos sabemos que no siempre el corazón es vidente, a veces se ciega con la ira, con el dolor, con el rencor, con el deseo de venganza.
Los poderes de nuestro corazón para ser un imán de lo que deseamos, se han hecho más palpables en los talleres del Dr. Joe Dispenza, donde este neurocientífico ha probado que para lograr que una persona logre lo que desea debe no sólo pensar en lo que quiere, sino experimentarlo emocionalmente como si ya se hubiera obtenido y entonces el corazón obra como un imán para materializar lo que está en “el campo cuántico” (donde potencialmente está todo lo que podríamos desear). Muchos más profesionales y sabios han dicho que atraemos con nuestro corazón las cosas.
¿Podemos confiar en que nuestro corazón elegirá bien? No. Pero si no ponemos el corazón no veremos lo invisible, sin embargo esto es como los lentes, si están sucios no se puede ver bien.
Alejandro Corchs, doctor en medicina argentina y autor del libro El camino del corazón, dice que un corazón herido no elige bien. Que debemos sanar nuestro corazón si no podríamos desear destruir a quien nos lastimó, vengarnos, querer que paguen los que nos hicieron mal. Sabemos que un corazón iracundo actúa con violencia, un corazón miedoso reacciona confusamente y con turbación, que un corazón endurecido es frío y rígido y no siente compasión por otros.
No debemos dejarnos llevar por nuestro corazón si dentro de él hay amargura, sufrimiento, heridas, odio, tristeza. Un corazón herido no ve lo invisible a los ojos, ve lo visible a “hacerse justicia”. No siempre es atinada el tipo de justicia de un corazón roto.
El poder del corazón es innegable, pero para poder dejarnos llevar por él, ver lo invisible a los ojos y amar, es preciso sanar nuestro corazón. Por eso es necesario ir a psicoterapia, sanar nuestro corazón de toda herida que hayamos padecido.
Los días 15, 16 y 17 de febrero llevaremos a cabo el taller “Recobra tu corazón”. El jueves 15 de febrero daremos una conferencia gratuita de introducción al taller en la Casa del Archivo, ubicada en Independencia #79, colonia centro de Colima a las 7:30 pm. el viernes 16, de 7 a 9 de la mañana y el sábado de 9 a 11 am y de 11:30 a 1:30 pm se dará el taller con cuota de recuperación en el cual trabajaremos dinámicas grupales y meditaciones para reconectar con nuestro corazón, con el amor y empezar a sanar heridas. Te invitamos a inscribirte. Infórmate.
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