El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha insistido este lunes de los riesgos que sufre la central atómica de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas desde el principio de su invasión de Ucrania en febrero de 2022.
“La situación en Zaporiyia sigue siendo muy precaria (…)” señaló el director general del OIEA, Rafael Grossi, en un discurso ante la Junta de Gobernadores de esta agencia de Naciones Unidas.
Grossi dijo que en algún momento desde el ataque se han visto amenazados, total o parcialmente, 6 de los 7 principios de seguridad nuclear, que van desde la integridad física de las instalaciones, al suministro eléctrico de la planta o las condiciones bajo las que trabajan sus empleados.
El diplomático argentino indicó que Zaporiyia, la central atómica más grande de europa, ha sufrido 8 cortes de suministro eléctrico desde que comenzó la agresión rusa, lo que ha provocado cada vez tener que recurrir a generadores para garantizar que siguieran funcionando sistemas básicos, como los de refrigeración del combustible atómico.
Además, advirtió el director del OIEA, hay problemas con el personal de la planta, con la inspección y mantenimiento de los sistemas esenciales y con la cadena de suministro a la planta.
“Todos estos aspectos afectan a la situación de la seguridad nuclear en la central”, advirtió.
Grossi recordó que pese a los “desafíos logísticos en una zona de guerra” el OIEA mantiene personal en las 5 centrales nucleares de Ucrania, que ha ido rotando de forma puntual.
En Zaporiyia, en concreto, Grossi dijo que los expertos del Organismo “están realizando una labor indispensable para reducir los riesgos de seguridad nuclear de la central”.
Dentro de esos esfuerzos, Grossi anunció que viajará a Rusia para mantener conversaciones son altos funcionarios del país sobre temas de seguridad nuclear.
El pasado mes, el director del OIEA se reunió con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para hablar sobre la presencia de personal del Organismo en las plantas ucranianas.