Con un doblete del neerlandés Teon Koopmeiners, el Atalanta frustró en Turín al Juventus (2-2), al que envió a la tercera posición de la Serie A tras la vitoria del Milan.
No estaban siendo buenos tiempos ni para Juve ni para Atalanta. Los juventinos llegaron al duelo con solo una victoria en sus últimos 6 partidos de Serie A, algo que condicionó su pelea por el título y ahora la segunda plaza; mientras que la “Dea”, en plena pelea por los puestos de Liga de Campeones, acumulaba 3 partidos seguidos sin ganar.
Era un choque entre dos dinámicas similares, la oportunidad perfecta de romper con ellas y volver a mirar al frente en lugar del retrovisor. Pero ni Juve ni Atalanta pudieron con el otro en un duelo entre iguales en el que la figura de Koopmeiners fue decisiva, un jugador que está, curiosamente, en la órbita juventina desde hace algún tiempo.
Podría ser la última vez que Koopmeiners juegue en el Juventus Stadium como visitante. Y vaya posible despedida. Fue él solo quien frustró a la Juve ante su afición, con dos golazos que pusieron el partido patas arriba en 2 momentos clave.
El mediocentro neerlandés, uno de los mejores golpeadores de la Serie A, abrió el marcador con un golazo en jugada ensayada. Anduvo listo Gian Piero Gasperini, consciente de que a la Juve es muy complicado hacerle daño por arriba, por lo que preparó a los suyos con pizarra. En una falta en la frontal, Pasalic, en lugar de centrar, dejó el balón manso para la llegada de Koopmeiners, que lo mandó a una escuadra.
El tanto activó a la Juve, que sin embargo no generó peligro claro hasta la segunda mitad. Fue Federico Chiesa el que, sin Dusan Vlahovic, cumpliendo sanción por acumulación de amarillas, se echó el equipo a la espalda. Una doble ocasión rozó el empate. La primera la sacó Carnesecchi bajo palos, todo un seguro para la “Dea”; y en la segunda, apenas unos minutos después, cruzó demasiado el disparo.
No estaba incómodo el Atalanta, pero la Juve había subido el nivel. Y en una de esas llegadas, en el minuto 65, una jugada preciosa entre Chiesa, McKennie y Cambiaso, este último superó al meta italiano para poner el empate.
En ese momento sí que le entraron las dudas a los de Bérgamo. La Juve lo supo y apretó hasta encontrar otra recompensa en pies de Milik, que no perdonó en el corazón del área un balón botando tan solo 4 minutos después. Remontaron los de Massimiliano Allegri en apenas 5 minutos un partido tan complicado. Lo tuvieron en la mano, pero no supieron cerrarlo.
Ni siquiera supieron gestionar bien la emoción del gol. Porque con el Atalanta mareado, se echaron atrás y permitieron a su mejor jugador recibir dentro del área. Y Koopmeiners no suele perdonar. Cruzó su disparo de primeras y puso el empate final. Solo una jugada a balón parado en el último suspiro, en la cabeza de Kean, pudo inclinar la balanza.
Pero Juve y Atalanta firmaron las tablas. No perdieron, pero sumaron otra jornada sin ganar. El resultado favorece más a la “Dea”, que sigue metida en la pelea por Europa. La Juve cae a la tercera plaza en detrimento de un Milan que sí hizo sus deberes ante el Empoli.