Por Amador Contreras Torres
Primera de 2 partes
Universidad. Un acontecimiento relevante en el quehacer universitario y la vinculación de las empresas y los sectores productivos con el desarrollo estatal, lo es que Peña Colorada en el marco de sus 50 años entregó la segunda etapa de la reconversión del Bachillerato 11 de Universidad de Colima, en Minatitlán, para albergar la carrera de Técnico en Electromecánica, después de 2 años de trabajo y una inversión de más de 13 millones de pesos quedaron terminadas y equipadas las aulas que recibirán a los estudiantes que ya se están formando como técnicos. Con la presencia del Rector Christian Torrez Ortiz Zermeño se entregó la segunda etapa de la reconversión de este plantel de nivel medio superior. “Son 50 años de operaciones en Minatitlán; la historia de este municipio no puede entenderse sin Peña Colorada, pero fortalecemos esta relación con acciones e inversiones que transformen a la sociedad y este bachillerato es un legado”, expresó el director general Arturo Tronco. Es así como, en el contexto del intenso quehacer universitario que lidera el Rector Torres Ortiz, con la premisa de pertinencia que transforma, se trabaja todos los días para fortalecer la vinculación con los sectores productivos y se adecuan y actualizan los planes y programas de estudio para responder a las nuevas necesidades sociales y las demandas del aparato productivo, estableciendo una sinergia positiva entre la casa de estudios y la comunidad, con la certeza de que, lo que es bueno para la sociedad, es bueno para la universidad. Un reconocimiento a la empresa, que, con los Premios Peña Colorada, estimula la excelencia académica de los estudiantes y egresados y con acciones de mejora en los planteles, como este que hoy nos ocupa, tiene una relación muy estrecha de colaboración, desde hace décadas, con la máxima casa de estudios. Enhorabuena. El debate. A nivel nacional y en los estados, en todos los círculos políticos y sociales persiste la controversia sobre quién ganó el debate presidencial. Lo cierto es que más allá de los méritos y las virtudes, capacidades y deficiencias, de los aspirantes, es un hecho que Xóchitl se vio nerviosa y atropellada, desperdiciando una excelente ocasión para intentar remontar el marcador en las encuestas, con ataques precisos, pero que no les dio continuidad, facilitando la actuación de Claudia Sheinbaum, quien se vio más segura de sí misma, más disciplinada y “más presidencial”, como afirman algunos expertos en el tema. Sheinbaum. El mérito esencial de Sheinbaum es que supo defender el proyecto que representa, es decir, puso sobre la mesa de que se trata su argumento político central: continuar con la transformación en beneficio del pueblo y evitar el regreso del pasado corrupto y de privilegios. Así de sencillo. En cambio, Xóchitl se extravió y no supo poner sobre la mesa, con sencillez, cual es, en palabras llanas y simples, la esencia de su proyecto político y las razones por las que los ciudadanos deberían votar por el cambio. Sí, lo intentó, pero lo hizo de forma atropellada y la traicionaron los nervios a la hora decisiva. Fallaron sus asesores, falló su equipo e introdujo serias dudas en torno a si estará a la altura del cargo y de las responsabilidades enormes que demanda la presidencia de la república. Fue un error grave leer en lugar de improvisar un buen cierre, previamente ensayado. Poner el escudo de la bandera al revés, le dio mayor hilaridad al yerro. Creo que Claudia ganó por qué no se enganchó en las acusaciones y provocaciones, conservó la ecuanimidad y se vio firme y resuelta, apegada, con gran disciplina, a una narrativa bien estudiada por ella y sus asesores. Xóchitl en cambio, reflejó la incertidumbre y visiones encontradas de su equipo y el reto le quedó grande. Por menos, hasta el momento. Restan dos debates y 50 días de campaña para intentar remontar, en tanto que Sheinbaum trata simplemente, de seguir el guion estudiado, no cometer errores y no arriesgar su ventaja. El adorno. En cuanto a Máynez, no hay mucho que decir pues su presencia es meramente testimonial, una figura decorativa, y honestamente considero que es prescindible para los siguientes dos debates que restan. El debate real es entre 2 candidatas, entre 2 visiones, entre 2 proyectos de nación y no hay lugar a distracciones o una candidatura que empezó muy mal, entre cervezas y botanas, y con acusaciones de ser un simple esquirol, sin posibilidades reales y sin pretensiones, siquiera, de ganar una contienda en la que es un mero espectador. Será interesante ver si MC (Movimiento Ciudadano) conserva el registro, y ver de qué manera va a impactar y a afectar a sus candidatos en los diversos estados. Aquí en Colima, ver cómo le va a ir en las urnas a sus postulantes al Senado, Griselda Martínez y Chuy Dueñas, y a la candidata a la Alcaldía de Colima, Margarita Moreno, a quien veo como una excelente candidata, pero le falta partido, le falta marca. Veremos cuál será el veredicto de la voluntad popular expresada en las urnas.
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