Por *Mtra. Ruth Holtz
A lo largo del tiempo hemos ideado muchas estrategias para evitar conectar con nuestro dolor emocional, en vez de asimilarlo, tramitarlo, digerirlo, tomar decisiones, resignar y/o perdonar. Llegado un momento en la vida, requerimos decirnos la verdad, afrontar lo que hemos esquivado y modificar nuestra forma de ser para ser libres.
Si bien nos acorazamos de todo el cuerpo, la máscara tiene un especial peso en la manera en que nos autoengañamos y pretendemos huir de la mirada penetrante de los demás acerca de cómo estamos. –“¿Cómo estás?”. –“Bien”. Algunos prefieren que de eso no les pregunten y seguir escondiendo lo que realmente sienten o padecen.
La forma en que nos acorazamos para controlar, reprimir nuestras emociones involucra tensiones musculares, alteración del funcionamiento del sistema nervioso autónomo que lleva a cambios fisiológicos en nuestro cuerpo. Así que la máscara en nuestro rostro no sólo es de actitud, sino que se ha encarnado en nuestro cuerpo y altera nuestro funcionamiento físico, mental, emocional y bioenergético.
En el tratamiento psicoterapéutico de pareja hacemos un ejercicio para romper los diques de la separación de la pareja y que se manifiesten los verdaderos sentimientos. En este ejercicio se pone a la pareja a mirarse fijamente y con una actitud de conectar. Al cabo del tiempo, en el mayor número de casos, se les cae la máscara, se pueden sentir auténticamente y sin disimulo, al menos por unos minutos. Sabemos que descontracturar nuestro cuerpo puede llevar más tiempo. Aceptar el contacto emocional resquebraja nuestra armadura. Y al menos por ese momento puede haber una posibilidad de derribar la barrera que han puesto entre uno y otro. Lo demás depende de la continuidad del tratamiento y de sus honestas decisiones.
En la psicoterapia que nosotros ofrecemos procuramos que no sólo se resquebraje, sino que se flexibilice, que se elimine hasta donde es posible, que las personas puedan de nuevo conectarse en amor, emocionalmente con los demás. Poder conectar emocionalmente con otros nos hace poderosos, pues unidos somos más fuertes, pero también esa conexión hace que nuestras relaciones nos den el “calor humano” que todos necesitamos y no nos sintamos vacíos y aislados. Por eso es tan importante “quitarnos la máscara”, trabajar en nuestro dolor y limpiar nuestra historia de rencores. Y lo más difícil “desencarnar” estos hábitos de desconexión emocional que tanto afectan la salud.
La psicoterapia individual y de pareja, los talleres, los cursos y las conferencias son el vehículo para hacerles llegar herramientas para sanar mental, emocional y bioenergéticamente. Necesitamos dejar de abandonarnos a nosotros mismos. Requerimos abrirnos a la exploración psicoterapéutica hasta librar de su cárcel a nuestro corazón y mejorar la calidad de nuestra vida emocional. Es preciso “quitarse la máscara” y ver lo que somos, lo que sentimos y qué queremos con toda honestidad. Después sigue el trabajo para lograr transformar nuestras relaciones dañadas y nuestra lealtad a nosotros mismos.
* Tels. 312 330 72 54 / 312 154 19 40 Correo: biopsico@yahoo.com.mx
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.