Las operaciones de búsqueda y rescate de embarcaciones con migrantes en el Mediterráneo central entre 2011 y 2020 no favorecieron el aumento del número de travesías, según un estudio de modelización. Todo apunta a que son otros factores, como los altos precios, los conflictos o las catástrofes naturales.
Liderado por investigadores de la Universidad de Potsdam, Alemania, el trabajo contradice las afirmaciones de que las intervenciones de búsqueda y rescate provocaron en esa década un incremento de los intentos de cruzar el mar – “efecto llamada”- y un mayor riesgo de muerte para los migrantes.
“No encontramos ninguna evidencia empírica de que las operaciones de rescate atrajesen más migrantes”, asegura a EFE la autora principal, Alejandra Rodríguez Sánchez, del citado centro universitario alemán.
Los resultados de la investigación se publican en la revista Scientific Reports, en un artículo que firman también científicos de otros centros de Alemania y de la Universidad de Harvard en Estados Unidos.
El tramo del mar Mediterráneo entre el norte de África e Italia es una de las rutas más utilizadas por migrantes, refugiados y solicitantes de asilo que intentan llegar a Europa. El equipo científico, para llegar a sus conclusiones, modeló los cambios en el número de intentos de travesías entre 2011 y 2020 en la citada zona.
Para ello utilizaron datos sobre estos intentos, las embarcaciones devueltas a Túnez y Libia y las muertes documentadas de migrantes procedentes de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), los guardacostas tunecinos y libios, la Organización Internacional para las Migraciones y United for Intercultural Action.
A continuación, los investigadores realizaron simulaciones y tuvieron en cuenta tanto las operaciones estatales (Mare Nostrum del Gobierno italiano) como privadas (de ONG), los precios de las materias primas, las tasas de desempleo, los conflictos, la violencia, el flujo de tráfico aéreo entre países africanos, de Oriente Medio y europeos, y las condiciones meteorológicas.
Los autores constataron que los cambios en el número de cruces marítimos no parecían estar impulsados por las operaciones de búsqueda y rescate dirigidas ni por el Estado ni por el sector privado, lo que pone de manifiesto que estas no incentivan nuevos intentos de travesías.
En el estudio los investigadores se centran en un solo factor (los rescates) y no buscan establecer una evidencia causal de aspectos como los conflictos, las catástrofes naturales o las crisis económicas.
“Pero en la medida que estos otros elementos son bien conocidos como predictores de los movimientos migratorios, tiene todo el sentido que sean factores que afecten al flujo migratorio y que en última instancia sea lo que mueva a la gente”, precisa la investigadora colombiana.
El estudio muestra una excepción después de 2017, en Libia. El aumento de la participación de su guardia costera en la interceptación y devolución de embarcaciones al país sí parece que pudo provocar una reducción de los intentos de las travesías y “puede haber disuadido la migración”.
No obstante, advierten los autores, esto coincide con informes de un deterioro de la situación de los derechos humanos de los migrantes en Libia durante las intercepciones y devoluciones de embarcaciones, así como en los centros de detención.
En términos generales, las conclusiones indican que la migración a través del Mediterráneo central en el período estudiado está impulsada por factores como conflictos o condiciones económicas o medioambientales, más que por operaciones de búsqueda y rescate, resume la revista.
Rodríguez Sánchez, quien apunta que posiblemente estas conclusiones sean extrapolables a otras rutas migratorias, recalca que este trabajo lo que hace es descartar un factor, “y decimos que no juega ningún papel”.
Afirmar que el flujo de migraciones aumenta cuando se incrementan los rescates en el mar, como hacen “muchísimos actores políticos, no se sustenta”, y además el argumento es “simplista” y “no captura la complejidad de las decisiones migratorias ni la movilidad humana”.